Un mes atrás, fue la sequía el principal enemigo de las uvas. Ahora, la seguidilla de lluvias está poniendo contra las cuerdas al principal cultivo sanjuanino: En el caso de la uva en fresco, en los últimos 10 días apenas si pudieron entrar por el barro a las fincas a cosechar y además necesitan que los racimos se oreen y se puedan empacar sin que haya riesgos de que se pudran. En las uvas de vinificar, todas las miradas están puestas en la aparición de hongos -principalmente peronóspora y oidium-, según se desprende de un relevamiento realizado entre productores y autoridades de los departamentos de 25 de Mayo, Pocito, Sarmiento, Caucete, Ullum y Zonda.

"El problema ahora no es el agua que está abajo sino el agua de arriba, que está haciendo que en las cepas ya se empiecen a notar los primeros problemas por el exceso de humedad", explicó Javier Ferrer, responsable del área Producción del municipio de 25 de Mayo, uno de los departamentos que más está sufriendo la gran cantidad de agua caída en los últimos días, principalmente en los distritos de La Chimbera y Tupelí.

Según informó el INTA, de los últimos 13 días, en 7 precipitó agua, algo poco común para esta época. En dos de esas jornadas, el agua caída fue muy importante: el 29 de diciembre se registró 7,2 milímetros y el 31 del mismo mes, 5,5 milímetros. Otro dato que es clave, son los valores de humedad en ese mismo tiempo que tuvieron una fuerte oscilación: entre 26 y 92%. Así las cosas y atento a que los informes meteorológicos de inicio de temporada ya hablaban de muchos vaivenes en el clima, es de esperar -señalan los agrónomos- que este cuadro de situación pueda impactar aun más en los cultivos.

"Hay gente que la semana antes de Navidad apenas pudo entrar a las fincas 2 días y lo mismo ocurrió la semana pasada. Y hoy (por ayer) no se trabajó y el problema es que los que pueden recolectar la uva (de mesa) tienen que limpiar bien los racimos, porque hay algunas que tienen granos que están feos o podridos y así se imagina usted que no se puede empacar", apuntó el viñatero Antonio Bustos, que tiene casi toda su producción destinada a uva de vinificar. Otro de los que se mostró preocupado fue Enrique Ahún, gerente de Patagonian Fruite Trade, uno de los principales exportadores de uva en fresco de la provincia: "Estamos evaluando cuál va a ser el impacto, algún efecto va a tener porque es mucha el agua que cayó, ya sea física -por ejemplo granos dañados- o sanitarias y la uva que se exporta tiene que salir en perfectas condiciones. Acá hay una sobrehidratación de la planta que es indudable que va a complicarnos", precisó.

Para atenuar el impacto de los efectos de la humedad, los productores recurren a fertilizantes -por ejemplo el azufre mojable-. Para los que ya pulverizaron el año pasado con este químico u otro, existe un efecto residual que reduce las chances que esta temporada la planta tenga hongos.

Distribución de agua, normal


El titular de Hidráulica, Jorge Millón, explicó que "va la misma agua por los canales" y que "el productor que considere que su finca no necesita regarse porque tiene mucha agua acumulada, debe bajar sus compuertas pero nosotros no vamos a reducir el coeficiente de distribución". Según el funcionario, "es mínimo" el impacto de las últimas lluvias en los pobres caudales que tiene el río San Juan, que por estos días apenas llega a los 26 m3/s, casi la mitad del valor que arrojó la temporada pasada a esta misma altura y menos de 1/4 de lo que hubo en el 2008 -121 m3/s-. "El que hayan habido estas "lluviecitas" ha mejorado en el sentido que hay menos evapotranspiración -la pérdida de agua por transpiración- de la planta pero nada más", graficó Millón.