Aprovechando las mieles de las inversiones financieras durante el 2018, la provincia de San Juan cerró el año con un fondo anticíclico que trepó a los 4.250 millones de pesos, un aumento del 57,4 por ciento respecto a la plata que tenia guardada a la misma altura del ciclo anterior, que eran 2.700 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda.
Fue el de mayor crecimiento en cuatro años, ya que en el 2015 se incrementó un 40 por ciento interanual, en el 2016 un 35 por ciento, y en el 2017; un 42 por ciento. Hay que remontarse al año 2014 para encontrar un aumento tan alto, que casualmente fue también del 57 por ciento en aquel entonces.
El ahorro que se autoimpone el Gobierno local desde hace ya varios años también le ganó la pulseada a la inflación, al superarla por casi 10 puntos, teniendo en cuenta que el índice que marca el costo de vida del 2018 cerró con un aumento del 47,6 por ciento, según las estadísticas del Indec.
Lo hizo a pesar de que la plata se invirtió en una cartera conservadora, porque al ser dineros públicos el Gobierno no puede arriesgarlos en otro tipo de instrumentos financieros que pueden rendir mas, pero que corren peligro también de derrumbarse.
De acuerdo a los datos suministrados en Hacienda, la composición del fondo anticiclíco 2018 apostó fuerte al clásico plazo fijo en pesos que al calor de las tasas que marco la política económica macrista dio buenos dividendos, más aun en montos altos donde los bancos siempre mejoran la tasa de interés. El 67 por ciento del total de la plata del fondo anticíclico de la provincia se volcó a ese instrumento.
Los títulos públicos nacionales, valorizados en dólares, se llevaron la segunda gran parte del fondo, un 32 por ciento. En este segmento el foco estuvo puesto en las letras del tesoro, las Letes; y en los bonos de mayor plazo como son el Bonar 2024 y el Bonar 2025.
Por último, el restante 1 por ciento se volcó a títulos públicos vinculados al PBI y a Fondos Comunes de Inversión.
PARA LAS CRISIS
El fondo anticíclico es una reserva que tiene el Estado como ahorro "intocable" para poder afrontar eventuales emergencias que se puedan producir intempestivamente, a causa de los vaivenes tan frecuentes de la economía argentina, como por ejemplo, no poder pagar en algún momento los sueldos de los estatales.
Eso ya pasó alguna vez, cuando en la crisis económica durante la época del gobierno de Avelín los empleados públicos llegaron a estar 3 meses sin cobrar. Ciertamente, la ley de creación del fondo en San Juan en el año 2005 indica que nació con la integración del equivalente a dos nominas salariales, algo que se vino cumpliendo a rajatabla y que este año incluso termina con dinero extra.
Las dos nominas salariales de San Juan a diciembre, incluida la cláusula gatillo que aplicó el Gobierno por el salto de la inflación, ascienden a aproximadamente a 3.755 millones de pesos, según cálculos oficiales.
Es decir, aún sobran unos 450 millones de pesos, lo que le permite al Gobierno apoyar tranquilo la cabeza en la almohada. Todos los meses se arma un expediente donde se calcula el costo de las dos grillas que luego se verifica con el fondo que esta depositado en el banco San Juan, el agente financiero de la provincia. Incluso, durante la gestión uñaquista no ha sido necesario integrarlo con ningún aporte adicional desde su constitución a la fecha. La renta que viene dando la cartera de inversiones es lo único que viene haciendo incrementar esta reserva.
Crecimiento
- 57,4 por ciento es lo que creció el monto del fondo anticíclico que tiene la provincia de San Juan entre el año 2017 y el 2018. El monto alcanza los 4.250 millones de pesos actualmente.
Cuándo se usa
- La ley de creación señala que el dinero se puede usar en primer lugar para pagar salarios, en segundo lugar atender gastos vinculados con la salud, educación y seguridad, y luego para transferencias a municipios, erogaciones de capital o para reducir la deuda provincial, en ese orden. Debe haber una caída estacional de los recursos en un acumulado de seis meses.
Diversificado
- 67 por ciento del total de la reserva está invertida en plazos fijos. El resto se reparte en títulos públicos en dólares, otros vinculados al PBI, Letes, Bonar 2024 y 2025 y Fondos de Inversión.