Ya no se ven los changuitos de los supermercados cargados de mercadería, como en otras épocas, sino que los compradores adquieren lo que van a consumir en el día o en la semana. Y la carne se consume cada vez menos y se la reemplaza por harinas y derivados de cereales en muchos casos, al igual que cada vez se venden menos enlatados y artículos de perfumería y de cuidado personal. Son los cambios de hábitos en los consumidores que produce la imparable escalada inflacionaria que afecta a todos los bolsillos.

Para sacar estas conclusiones fueron consultados referentes del sector supermercadista local y comerciantes del rubro, quienes explicaron lo que observan en los pasillos de sus negocios.

"La gente dejó de comprar, por ejemplo, conservas de frutas y de pescados y creció la venta de lavandinas, detergentes y desinfectantes", dijo Carlos Icazati, desde Café América. Y también destacó que ha bajado la venta de artículos de perfumería, desodorantes y por ejemplo acondicionadores para el cabello.

Es que con los bolsillos cada vez más flacos a la gente cada vez le alcanza menos y tiene que recurrir a distintas estrategias para poder llegar a fin de mes. Una de ellas es reemplazar la carne por harinas y derivados de cereales.

"La gente consume lo básico y ya no adquiere mercadería como antes", dijo. El empresario hacía referencia a que antes, el comprador, solía comprar la mercadería para todo el mes, pero ahora es una cifra tan abultada que a lo mejor compra para el día o en el mejor de los casos para la semana.

Según un estudio del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales, de la Universidad Siglo 21, sólo el 15% de los argentinos consume en forma diaria carne vacuna; apenas la mitad consume diariamente verduras, y uno de cada tres, frutas, leche y yogur. Como contrapartida, las harinas y los derivados de los cereales son los que terminan completando la dieta de las familias.

Además, está el fenómeno de dejar de adquirir las primeras marcas de algunos productos, para optar por las segundas y terceras marcas, que son igual de buenas, pero en otro tipo de envases.

Pero hay productos, como en el caso de los lácteos, en los que el cliente prefiere gastar unos pesos más y seguir comprando artículos de primera línea. "Por ejemplo cuando se trata de los chicos que están en la etapa de crecimiento", apuntó el gerente de una reconocida cadena comercial que funciona en San Juan.

Otro caso son los aceites, porque dijo que los de primeras marcas son los primeros que desaparecen en las góndolas.

Para el caso de artículos en los que la gente hace rato que empezó a migrar a segundas y terceras marcas se pueden citar los de fideos, arroz, conservas, salsa de tomate y yerba mate. También en artículos como el papel higiénico y los rollos de cocina.

Medida. En los supermercados empezó a regir la llamada ley de góndolas, que requiere la señalización destacada de los artículos de menor precio.

 

Para analizar el fenómeno de la suba de precios de la mercadería puede citarse que en tan sólo un año, los precios de los alimentos básicos le llevan una delantera de entre 17 y 20 puntos a los salarios formales y a las jubilaciones y pensiones. Y más todavía con los sueldos no registrados, que en estos últimos meses vienen con aumentos más bajos.

Según el diario Clarín, en los últimos 12 meses, a abril, la canasta básica de alimentos aumentó entre 49,1%, en la Región Metropolitana y 51,8% en ciudades del interior del país, según los datos oficiales de distintas regiones. La inflación promedio fue del 46,3%, mientras los salarios formales y jubilaciones, a marzo, subieron en un año entre el 29,4 y 33,3%, según los registros oficiales.

De estas cifras se desprende que salarios formales y las jubilaciones y pensiones retrocedieron un 10% frente a la inflación y entre un 12/13% con relación al incremento interanual de los alimentos básicos.

Otro fenómeno que trajo como consecuencia, en este caso la pandemia, ha sido el incremento de las compras por internet. Cadenas como el Híper Libertad tienen página para hacer las compras online y hasta sistema de delivery con PedidosYa. O el cliente puede optar por realizar la adquisición de los productos y se los llevan hasta el vehículo, sin necesidad de bajarse de la unidad.

 

PREOCUPACIÓN

Desde la Cámara de Comercio de San Juan, Hermes Rodríguez dijo que están muy preocupados en el sector por la caída de las ventas y el aumento de precios y habló del desarrollo de cada vez mayor del comercio electrónico.

 

Comida

51,8  Es el porcentaje de incremento de los artículos de la canasta básica en el interior del país en el último año.

 

  • Las nuevas costumbres

Uno de los fenómenos nuevos ha sido el crecimiento del comercio electrónico al punto que se estima que en el 2021 un 47% de los consumidores argentinos incrementarán su compra online más allá de las restricciones asociadas a la pandemia, lo que representaría un crecimiento de 4 puntos porcentuales respecto a 2020.

A diferencia del año pasado, cuando con el avance de los contagios del coronavirus trepó de forma abrupta la adquisición de barbijos, alcohol en gel y demás elementos de protección, este año el rubro Tecnología (65%) se impone entre los más comprados, seguido por Hogar y jardín (61%), Vestimenta (45%), Belleza (18%) y Alimentos (8%).

Sobre las razones, el 55% de los argentinos explicó que el principal motivo era la conveniencia, seguido por los precios y descuentos, seguido por la disponibilidad de inventario.