La ama de casa sanjuanina no gana para sustos: En lo que va del 2010 la carne subió a valores extraordinarios y eso generó que muchas se inclinaran por el pollo, pero ni lerdos ni perezosos, también las avícolas locales aumentaron hasta un 60% el valor, por el aumento en la demanda. También acusan de especulación a los proveedores.

Con la carne y el pollo por las nubes, todo apuntaba a pasar el verano comiendo verduras, claro que para no ser menos, las subas en este rubro también golpearon el alicaído bolsillo local con incrementos que van del 20 al 100% del valor que tenían hasta hace una semana, aunque en este caso son aumentos en su mayoría estacionales (ver recuadro).

Todos los comerciantes tienen una explicación para justificar cada incremento, pero son pocos los que se atreven a aseguran que los valores bajarán y se ubicarán en precios más razonables.

"Acá en la Argentina todo sube, pero yo nunca vi que algo baje, así que pocas esperanzas nos quedan para que los precios vuelvan a como estaban hace un tiempo", comentó Felipe desde Avícola Pueyrredón de Santa Lucía.

Los valores del pollo están muy elevados, al punto que a pesar que mucha gente se volcó a este alimento para suplir la carne por su alto costo, se encontró con la novedad de que en el último mes comenzó a escalar su valor sostenidamente, al punto que en algunas avícolas se consigue con subas del 60%.

"Estaba a $8,50 a principios de enero y hasta ayer nos aumentaron otra vez, ya cuesta $13,50 el kilo de pollo. La gente reclama, pero no nos queda otra que aumentar el precio, porque a nosotros la caja -de 20Kg- nos viene casi al doble que en enero, y suponemos que por eso la gente por ahí está comprando un poco menos. A nosotros los proveedores nos dicen que es porque hay poco pollo", aseguró Gabriela de avícola Arlequín.

Si bien siempre los comerciantes tienen una razón -creíble o no- para justificar los aumentos, algunos reconocen que muchos proveedores se "avivaron" y para no quedar atrás con la suba de la carne, aprovecharon y también subieron el pollo al ritmo que las ventas iban en alza.

"Se vende igual pollo, pero con una vergüenza enorme lo hago porque todos los días le tenés que explicar al cliente que subió otra vez el pollo. Para mi en algún punto se abusan los proveedores y por más que te digan que hay poco pollo y que no se consigue y me da la impresión que no es casualidad que justo aumente después que lo había hecho la carne", dijo Alejandra Beltrán, de avícola La Hogareña.

La queja en la que coinciden las avícolas consultadas por este diario es que son ellas las que absorben la mayor parte del aumento en los pollos, porque la caja de 20 kg les viene con subas que son bastante mayores que el precio del kilo de pollo para el público: En enero, el comerciante compraba la caja de pollo a $108, y ahora ya está en $200, casi el doble.


Lo barato cuesta caro


La alternativa por la que optan algunas personas es comprar pollos congelados que son más baratos -el kilo se consigue entre $9,50 y $10,60-, que por lo general son los venden las grandes cadenas de supermercados. Pero como dice un dicho popular "lo barato cuesta caro", porque el peso del pollo congelado incluye el hielo y según advierten en las avícolas locales, el pollo que pesa 2 Kg, cuando se descongela, su peso se reduce entre 200 y 300 gramos, por lo tanto ese ahorro en el precio termina equiparándose con la baja en el kilaje.