En el Gobierno sanjuanino trabajan en una propuesta para usar los líquidos cloacales tratados de la planta depuradora de Cerrillo Barboza para el riego agrícola, como una alternativa ante la falta de agua en medio de la crisis hídrica que amenaza con profundizarse. En un principio será para regar unas 500 hectáreas que ya tiene Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) en Rawson en los alrededores del establecimiento. Pero para poner en marcha la iniciativa hace falta una ley que regule la actividad y establezca la forma para implementarla.
"Es una idea que la venimos trabajando, pero hace falta legislación para regular la actividad", expresó el secretario de Agua y Energía, Juan Carlos Caparrós. El funcionario no habló de plazos para poner en marcha la iniciativa.
Tanto la planta del Cerrillo Barboza, como otros 9 establecimientos ubicados en los departamentos, están a cargo de OSSE.
En la actualidad el organismo brinda el servicio de saneamiento a poco más de 480.000 personas que corresponden a 20.222 conexiones domiciliarias. Estas cifras representan el 64% de la población de San Juan.
Según el presidente de OSSE, Guillermo Sirerol, lo que hacen las plantas es tratar y depurar los líquidos cloacales, pero hará falta una ley para darle otro uso a esas aguas. En la actualidad se utilizan para regar las arboledas de los terrenos cercanos a donde están las plantas. Además de la del Cerrillo Barboza, en Rawson, hay establecimientos depuradores en San Martín, Jáchal, Iglesia, 9 de Julio, Caucete, dos en 25 de Mayo, otro en Chimbas y el último en Santa Lucía, que es el que se conoce como el Bajo Segura. Pero, además, hay otros 3 en ejecución en Sarmiento, Valle Fértil y Albardón.
El ciclo de estas aguas comienza cuando se utilizan en cualquier hogar o industria, que puede ser para lavar la vajilla o de uso en el baño, con lo que se convierten en líquido cloacal, que contiene materia orgánica y microorganismos patógenos que pueden afectar la salud de las personas. A través de las redes cloacales, los líquidos son recolectados y transportados hacia las respectivos establecimientos depuradores. Allí, los líquidos cloacales son tratados y depurados para su posterior reutilización. Hasta ahora, ese destino es exclusivamente para el riego forestal, pero la intención es que se puedan usar para el riego agrícola, con toda una serie de cuidados. Esto es lo que deberá establecer la nueva ley que hace falta impulsar.
La idea es aprovechar las tierras que están en las inmediaciones de la planta de Rawson para ocuparlas en el riego de cultivos en los que el agua, por precaución, no esté en contacto con el cultivo. Por ejemplo olivos o alfalfa, que consumen en este último caso los animales. O también podría ser para uvas destinadas a la elaboración de mostos, porque el jugo de uva tiene un tratamiento que elimina cualquier posibilidad de contaminación. También frutas y hortalizas enlatadas que reciben un proceso de pasteurización. Así, el productor recibirá agua rica en materia orgánica y nutrientes, por lo que se reducen los costos de fertilizantes. Lo importante es observar las medidas higiénicas adecuadas para evitar afectaciones en la salud de las personas, como consecuencia de la utilización de aguas residuales deficientemente tratadas.
Una de las ventajas de la iniciativa es que la reutilización de efluentes cloacales tratados para regar propiedades servirá para incrementar las áreas cultivadas cuando hay una falta preocupante de agua.
Ventaja
Uno de los aspectos positivos de la propuesta es que al reutilizar los efluentes cloacales tratados para regar áreas con derechos de agua, superficiales o subterráneos, se incrementa la disponibilidad ya que se liberan recursos hídricos para otros fines.
Total
13 Serán los establecimientos depuradores en la provincia, cuando se finalice la construcción de los que estarán ubicados en Sarmiento, Valle Fértil y Albardón.