En la negociación para que la autopartista Delphi no cierre sus puertas y deje a 470 trabajadores en la calle, ayer llegó el dueño de la firma Cibasa, Enrique Ruffo, quien está interesado en comprarla. El empresario se reunió con los empleados y les acercó su propuesta de trabajo en el caso de que adquiera el paquete accionario. Así, los operarios deberán decidir el lunes si continúan con un posible nuevo dueño o, por el contrario, que los indemnicen. Pero la incertidumbre continúa, ya que en el caso de que definan apostar por una nueva compañía, recién se disparará el proceso de compra-venta, que puede culminar en el traspaso definitivo o que no haya acuerdo y que se caiga la operación. En definitiva, el encuentro fue un paso más para destrabar la difícil situación que se abrió tras la decisión de Delphi de dejar la planta local.

Hasta el momento, lo cierto es que Ruffo está interesado en la compra y una señal de peso es que haya llegado a San Juan, hablado personalmente con los empleados y que haya encarado las negociaciones con los directivos de Delphi, las autoridades locales y los delegados del Ministerio de Trabajo de la Nación. Entre las condiciones que solicitó se encuentra, en primer lugar, el hecho de mantener aquellos proyectos que lleva adelante la autopartista que fabrica mazos de cable, entre los que hay trabajos para modelos de Peugeot y Citroën. Y en segundo término, que le entreguen la firma en funcionamiento. Esto se debe a que, según dijeron algunos trabajadores que prefirieron el anonimato, hace meses que no se hace el mantenimiento de las máquinas ni se compran insumos. Sobre el primer punto, el ministro de la Producción, Marcelo Alós, aseguró que Delphi confirmó que los proyectos se quedarán y se harán en San Juan. Y con respecto al segundo ítem, Rolando Manzanelli, vocal titular de la Comisión Directiva nacional de la Unión Obrera y Empleados Plásticos (UOYEP), explicó que la autopartista aún no dio una respuesta si mantendrá el nivel de producción y que recién dará una definición el lunes, cuando se reanuden las negociaciones en la conciliación obligatoria que se lleva adelante.

Ese día, desde las 10, los trabajadores se reunirán en asamblea para decidir si aceptan la propuesta de Ruffo, la cual consiste en mantener las fuentes laborales, continuar proveyendo de mazos de cable a PSA Peugeot-Citroën (principal comprador), sumar a los clientes que ya tiene su firma Cibasa y diversificarse con mazos de cable para tractores, camiones y electrodomésticos. La otra opción que tienen los empleados es solicitar que los indemnicen. Luego de que se llegue a una definición, la comunicarán en la audiencia de conciliación que se realizará ese lunes a las 17, en la delegación local del Ministerio de Trabajo. Todo indica que la mayoría de los operarios optarán por la continuidad laboral. Alós señaló que de las tratativas ha surgido que ese camino es la voluntad de la mayoría, aunque reconoció que hay un grupo pequeño que prefiere ser indemnizado. Si el lunes se confirma la dirección predominante, recién ahí se disparará el proceso de negociación entre Cibasa y Delphi para tratar de concretar la venta. El plazo puede demandar meses, pero Alós dijo que ‘vamos a tratar de que el tope se fije hasta fines de febrero para que no se dilate tanto‘. En la discusión entre privados radica la incertidumbre, ya que se desata la puja por el precio y demás condiciones. Por eso existe la posibilidad que la operación se caiga y por lo tanto, ‘Delphi tendrá que indemnizar a los trabajadores‘, indicó Manzanelli.