Esta vez nada alcanzó para garantizar el suministro de gas en los domicilios sanjuaninos: hubo cortes a la industria y restricciones -por momentos parciales y luego totales- en el caso del Gas Natural Comprimido, pero fueron insuficientes: Según informó la delegación del Enargas en la provincia, el último jueves hubo un pico histórico de consumo y al menos 500 viviendas se quedaron sin gas por "2 o 3 horas”, cuando el termómetro mostraba temperaturas bajo cero. Sin embargo, el mismo organismo días antes había informado en un comunicado que "está plenamente garantizado el abastecimiento de gas natural a los usuarios residenciales y a los consumidores de gas natural comprimido (GNC), a pesar de las inclemencias climáticas que afectan actualmente a nuestro país”, cuestión que a la vista de todos no se cumplió y que además también había sido afirmada por el Ministerio de Planificación de la Nación.

Luis Di Chiaccio, delegado del Ente Nacional Regulador del Gas en San Juan dijo que en la provincia se consumió el último 15 de julio unos 76 mil metros cúbicos/hora, superando casi por 10 mil m3 el récord histórico que ostentaba la provincia de San Juan y que data del 22 de julio del año pasado, mismo día que también se registró un consumo récord de electricidad para el invierno (ver aparte). El momento crítico -aseguraron los técnicos- fue al mediodía, cuando la gente llegó a sus casas y encendió todo lo que tuvo a mano para calefaccionarse, sin importar y medir si lo que gastaba era mucho, a pesar de las recomendaciones oficiales que hablan de "cuidar el gas” y racionalizar el su uso con bajas temperaturas. Ya esta semana desde la Cámara de Expendedores de Combustibles de la provincia se quejaron porque argumentan que el indiscriminado consumo domiciliario hace que ellos "paguen el pato" y sufran al momento de prestar el servicio.

Un dato que no pasa desapercibido y que informa la página web del Enargas, es que ese mismo 15 de julio la Distribuidora de Gas Cuyana -concesionaria del servicio en la región- dejó de mandar a industrias y estaciones un importante volumen de gas -unos 668 mil m3- para garantizar que calefactores y hornallas en residencias domiciliarias funcionen de forma normal, pero resultaron insuficientes.

El estado nacional tomó pocas previsiones para evitar problemas de este tipo, es decir que no invirtió al ritmo del crecimiento que tuvo la economía en el país. Es por eso que estableció prioridades, donde en primer lugar se puso como premisa absoluta que el consumo domiciliario no corra ningún tipo de riesgos, y en segundo orden garantizar la provisión de GNC a las estaciones para no perjudicar la movilidad de más de 24 mil vehículos, que según los últimos datos circulan en la provincia y se alimentan de gas.

Con este escenario poco alentador, se resolvió desde el Ministerio de Planificación de la Nación y a través de la Secretaría de Energía, que desde el 2 de junio las industrias sanjuaninas -en el resto del país la medida fue similar- iban a tener restricciones o cortes amparados en los contratos privados suscriptos de común acuerdo entre las compañías distribuidoras de cada zona, productoras y las empresas con la modalidad interrumpible. Esto significa que saben de antemano que tendrán cortes en invierno, y son apenas un puñado las que todavía mantienen contratos ininterrumpibles aunque deben pagar tarifas altísimas, que en la mayoría de los casos es una ecuación que deja números en rojo para las finanzas de las empresas.

Las medidas adoptadas por el Gobierno, no habían sido tan contundentes desde el 2008, que fue un invierno muy duro, con temperaturas muy similares a las registradas días atrás y con problemas idénticos, que a pesar que pasaron dos años no se solucionaron.