Este jueves abrió formalmente en Mendoza la discusión salarial de la industria vitivinícola entre Soeva (Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas Argentinos) y las cámaras empresariales, que convinieron volver a verse el 10 de febrero. Y si bien no hubo avances sustanciales ni propuestas formales, el curso de la negociación por haberes durante 2017 se encamina a exceder la inflación como variable: es que el sector industrial pretende sumar premios por productividad como factor extra.

 

 

El tema no terminó de formalizarse ayer por falta de quórum: asistieron Bodegas de Argentina, la Cámara de Bodegas de San Juan y la Cámara de Licoristas de la República Argentina (faltaron la Unión Vitivinícola y la Cámara de Bodegueros y Viñateros del Este, entre otras entidades).Pero promete ponerse sobre la mesa en el segundo capítulo ya que las partes saben que sólo discutir inflación será un tema álgido, y el camino del consenso será largo y espinoso.

 

“Aunque venimos de un año complejo y el trabajador está golpeado en su poder adquisitivo, es difícil determinar un porcentaje en este momento más allá de la previsión oficial de 17% a 20% de inflación. Por eso la productividad o rendimiento es una alternativa a discutir”, consideró Walter Pavón, coordinador paritario de Bodegas de Argentina.

 

En qué consiste

 

La idea preliminar, que podría empezar a hablarse en la próxima reunión del 10 de febrero, tiene a la productividad o rendimiento como eje y varias aristas. Entre otros aspectos, premios por presentismo, mayor dedicación horaria (extras) y capacitación laboral, como una forma de “engordar” el salario más allá del incremento en el básico supeditado al galope inflacionario “del que no tiene la culpa el sector”, a criterio de Pavón, quien estuvo acompañado por Javier Coria, de la Cámara de Bodegueros de San Juan.

 

En San Juan también ponderan esa variable. “El presentismo es fácil de aplicar. Hay que ver con qué parámetro se aborda productividad: un parral puede dar 30 mil kilos y si no abone bien puede rendir menos sin ser culpa del cosechador. Como falta mano de obra calificada la capacitación sería útil”, evaluó Angel Leotta, presidente de la Cámara Vitivinícola de San Juan y flamante titular de Coviar.

 

Ángel Leotta - Bodegas trasladistas�’Puede que el mercado esté bastante tonificado como para pagar la uva a $3. Pero insisto, en el precio sólo manda el mercado’.
Ángel Leotta, el representante sanjuanino en la discución

 

Pase lo que pase, la posición institucional de las bodegas  parece estar abierta. Para Pavón, incluso requerirá una transición interanual, “y será posible siempre que haya una inflación controlada”.

 

Receptividad a medias

 

A la espera de una reunión de Consejo de Secretarios Generales y un plenario que se realizará en Mar del Plata a comienzos de febrero, desde el seno de Soeva no lo ven con desagrado, aunque toman la intención con pinzas a la espera de una reunión con el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triacca. Es que, para empezar, descreen de la proyección oficial del 17% como tope a los convenios.

 

“Debe ser mucho más de 18%, no alcanza para la canasta básica y estamos bajo  la línea de pobreza. Por eso queremos que el ministro conozca nuestra situación antes de marcar una pauta”, dijo José Arias, secretario general de Soeva Mendoza. Por antecedentes fallidos, Arias mira de reojo el combo inflación-premios. El responsable de Soeva remarcó que “en años anteriores propusimos productividad y no hubo avance. De la parte empresaria no se puede esperar mucho, pero habrá que ver cómo proponen llevarlo a la práctica, si en escalas o qué”. 

 

El acuerdo 2016 fue de 33% escalonado, con bolsillos que sufrieron una suba de costos de hasta 40%. El nuevo ciclo arranca en  $ 9.188 mensuales (básico inicial) para trabajador de bodega, y $ 8.166 para viña, aunque el promedio, con adicionales, supera los $ 10.000.Por su parte, Luis Agüero, secretario gremial de Soeva Maipú, en línea con Arias, calificó a la situación como “complicada”, pero se mostró más abierto sobre los premios.

 

Según el dirigente, “los premios que puedan mejorar ingresos se pueden charlar siempre que se refleje en un acuerdo conveniente”. 

 

Fuente: Los Andes