El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que el valor de la canasta básica de alimentos (CBA) se incrementó 1,9% en febrero con respecto al mes anterior, mientras que la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 1 por ciento. Con este incremento durante el segundo mes de 2020 una familia tipo necesitó un ingreso no menor de los $40.789 para no quedar debajo de la línea de pobreza y de $16.785,87 para no ser indigentes.
El informe que publicó el Indec señala que en el acumulado de los últimos 12 meses ambos indicadores que miden los ingresos necesarios para poder superar la línea de indigencia se incremento más que la inflación, ya que pasó de $11.117,11 en febrero de 2019 a $16.785,87 en igual mes de este año, mostrando un incremento de 51 por ciento.
En el caso de la canasta que mide el nivel de pobreza el aumento fue similar. Durante el segundo mes de 2019 una familia tipo necesitaba ingresos por $27.570,43 para no caer en la pobreza. Doce meses más tarde, ese número se incrementó a $40.789,67 , un 47,9% de incremento.
Aunque ambos indicadores aumentaron el mes pasado menos que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que marcó 2%, lo llamativo es que la canasta de consumo que mide a los sectores más bajos nuevamente quedó por encima de la inflación para el mismo período. Según el dato del Indec, el incremento del costo de vida de los últimos meses fue de 50,3%, a pesar que durante el mes pasado ya estaba en funcionamiento los planes de Precios Cuidados. La explicación se encuentra en que buena parte de los ingresos de estos sectores se destina a la compra de Alimentos y bebidas no alcohólicas, el capítulo con mayor ponderación del IPC, tuvo un incremento del 2,7 por ciento.
La CBA se ha determinado tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. La CBT reúne además de una cantidad mínima de alimentos y bebidas, una cantidad indispensable de indumentaria y el pago de transporte, para no caer por debajo de la línea de pobreza.
Costo de vida
La perspectiva a la baja que venía ajustando la inflación podría verse modificada con el número de marzo porque fue cuando explotó la pandemia del coronavirus. Pero, hasta el dato de febrero el Gobierno había logrado contener, con los precios relativos congelados, la suba del indicador.
La inflación de febrero se ubicó en 2% y fue la menor en los últimos dos años, un dato positivo para la administración de Alberto Fernández.
Las cifras dadas a conocer muestran que los precios subieron 50,3% respecto del mismo mes del año pasado y acumulan en lo que va del año una suba de 4,3%. De esta manera, y si bien en marzo la inflación se ubicaría por encima de 2%, la expectativa es que no supere el 2,5%, lo que le permite proyectar al Gobierno una inflación para el primer trimestre del año bastante inferior al 10%. La pregunta es si esta tendencia de fuerte desaceleración podrá sostenerse el resto del año, con tarifas y combustibles que deberían actualizarse y un tipo de cambio que comenzó a moverse.
De acuerdo con el organismo estadístico, la suba generalizada de precios fue la más baja de los últimos dos años. En enero de 2018, la cifra había ascendido a 1,8%, pero luego la inflación comenzó a acelerarse y mucho más aún a partir del segundo semestre de ese año, con las sucesivas devaluaciones. Fue en septiembre de 2018 cuando el IPC registró la mayor suba de los últimos años, con 6,5 por ciento.