San Juan, 28 de octubre.- El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) realizó, entre el 20 y el 24 de octubre pasado en la ciudad de San Juan, el curso para la habilitación de directores técnicos y operadores de centros de tratamientos cuarentenarios con bromuro de metilo y frio.

El Organismo habilitó a 20 asistentes para trabajar como operadores o directores técnicos para cámaras de fumigación con bromuro de metilo, con el objetivo de realizar tratamientos cuarentenarios, requeridos en productos vegetales hospederos de plagas, tales como Mosca de los Frutos, Lobesia botrana o Brevipalpus chilensis.

La modalidad del curso fue presencial, y contempló tanto módulos teóricos como prácticos. Por esta razón, el dictado de los módulos teóricos se llevó a cabo en la sede del Centro Regional Cuyo, mientras que las instancias prácticas se desarrollaron en el laboratorio de la Bioplanta San Juan y en cámaras de fumigación.

En esta oportunidad, disertó Ariel Splencer, Federico Reina, María del Valle Arturo y Gabriela Olivieri, por parte del Senasa. En representación de la Dirección de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos de la provincia de San Juan expuso Cristina Coria y del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza, Carlos Pereyra.

Se trataron temas como biología e identificación de diferentes plagas: Mosca de los Frutos, Lobesia botrana y Brevipalpus chilensis. También se abordaron las especificaciones y la operación de una cámara de fumigación con bromuro de metilo. Por otro lado, se expusieron los fundamentos de cuarentena vegetal, la normativa vigente, principios de la fumigación, las propiedades del bromuro de metilo, su aplicación y manejo, además de las normas de seguridad, almacenamiento y manipulación.

Cabe aclarar que uno de los tratamientos cuarentenarios reconocido internacionalmente y aceptado por el Senasa para la exportación de frutas frescas es el de bromuro de metilo. Este producto se aplica a la fruta empacada o a granel en ciertas dosis, por un periodo de tiempo y a una temperatura determinada fijada por las Resoluciones Senasa 601/2001 y 784/2009.