El sociólogo y economista Juan José Llach consideró que el gran problema del país es la inflación -que estima que rondará el 20 o 25% este año- y consideró que para frenarla debe haber un acuerdo de precios y de salarios. Y que además, hay que frenar el gasto ajustando los subsidios. "Los grandes candidatos son los subsidios a la energía y el combustible", dijo, y descartó a los del transporte. El ex viceministro de Economía en tiempos de Menem, teórico de la convertibilidad, ex ministro de Educación del gobierno de De La Rúa y asesor de la Conferencia Episcopal vino ayer a San Juan a brindar una conferencia invitado por la Bolsa de Comercio San Juan y dialogó con DIARIO de CUYO.
Si bien planteó un escenario positivo del crecimiento de la economía del país y consideró que la gran demanda de comodities de países emergentes como China beneficiará al país y a provincias como San Juan que exportan minerales, advirtió que en este momento el gran peligro es la inflación. El técnico dijo que el primer paso para frenarla es reconocer que existe "y luego, hacer un plan coherente donde habría que hacer un acuerdo de precios y salarios, porque la gente en este momento tiene en la cabeza un número alto de inflación y entonces todas las variables de la economía se empiezan a manejar con ese número. Lo primero que hay que hacer es desindexar la cabeza y para eso tengo que dar alguna señal como sería un acuerdo de precios y salarios. Junto a eso hacer una política fiscal un poco más austera", opinó.
-¿Y qué achicaría del gasto?
-Hay un candidato ideal para achicar que sería una medida muy progresista porque beneficiaría a los sectores de menores recursos, que son los subsidios a la energía y a los combustibles, aún sin tocar el transporte. La electricidad en el área metropolitana cuesta la mitad que en el Interior del país. Eso se financia con recursos que se le sacan a las provincias, o sea que es una gran irracionalidad y ahí ya habría mucho dinero para moderarlo.
-Pero usted sabe que a la gente esto no le va a gustar. Incluso este gobierno lo hizo una vez y debió hacer marcha atrás..
-Bueno, pero a la gente también hay que decirle la verdad y explicarle las cosas. Es insostenible que Argentina esté con niveles de precios de los servicios públicos de energía o combustibles que son la mitad o la tercera parte de lo que son en los países limítrofes, porque eso cuesta una cantidad de dinero que beneficia fundamentalmente a los sectores de ingresos altos que son los que más proporción reciben. Se puede hacer junto con una tarifa social, para que los sectores no pudientes no tengan ajuste. O sea que no es cierto que para corregir esta situación haya que tocarle el bolsillo a los que no pueden pagar.
Llach opinó que uno de los efectos de negar la inflación es el atraso cambiario "que hoy en día es una realidad preocupante". Dijo que se está utilizando el tipo de cambio "como ancla para evitar que el globo siga subiendo". "Pero eso no es una buena política, porque alguien que vaya a invertir sobre todo en la industrias manufacturera y que está viendo que el dólar sube 5% al año y la inflación a 25%, o sea que sus costos en dólares suben al 20%, tiene un problema cuando hace sus cuentas para los próximos dos años", señaló. Agregó que tanto Argentina como Venezuela -los dos con inflaciones muy altas- están cometiendo el mismo error de hacer políticas que tienen efectos positivos en la población a corto plazo, "pero comprometiendo el futuro". "Corregir la inflación cuanto más alta sea, más difícil", aseguró.
Contexto mundial
-¿Cómo está la situación de Argentina en el contexto global?
-La economía global va a segur recuperándose a pesar de este gran lío que hay en Europa, aunque Europa va a tener una etapa de bajo crecimiento, lo cual no es bueno para el mundo, pero por lo menos da la impresión de que con estas medidas que se han tomado -un salvataje de casi un billón de dólares- se van a evitar problemas mayores. Y los países emergentes salen fortalecidos de esta crisis. Están recuperándose bastante bien y para la Argentina y particularmente San Juan -por el tema de la minería- eso es importante. El 90% de la demanda es de productos básicos y va a venir de los países emergentes como Asia. El nuevo rol de los países emergentes es una de las cosas más importantes que están pasando en el mundo. De cada 100 dólares que está aumentado el Producto Bruto en el mundo, 75 dólares vienen de allí. Eso le da a la Argentina una buena oportunidad.
-¿Aún cuando la Argentina está un poco aislada?
-Sí, porque eso incide en la cotización de los productos mineros, de los granos y demás productos básicos. Lo distintivo de esta oportunidad que tiene Argentina, y por eso yo digo que es más importante que la que tuvo fines del siglo XIX y principios del XX, es que el impacto se da en toda la geografía argentina, no sólo en la Pampa Húmeda como fue en aquella oportunidad.
En este punto, el economista opinó que para aprovechar al máximo el contexto mundial Argentina tiene que planificar una agenda de desarrollo. Y en cuanto a políticas, mirar a los vecinos. Uno ve los países que progresan en forma sostenida, como Brasil, Uruguay, Chile, Peru -que es la estrella latinoamericana del siglo XXI- donde lo que hacen es alentar a la producción, no entorpecerla, porque eso redunda en mejores oportunidades de empleo, reducir la pobreza y construir una sociedad más equitativa.
¿Es un momento oportuno para hacer el canje de deuda, en medio de la crisis Griega?
-A mí me parece que lo más probable es que sea exitoso, porque justamente hoy día los activos financieros de los países emergentes son los menos riesgosos, según el FMI. Uno de los efectos del canje es que va a tener una reducción del riesgo país y creo que la adhesión va a ser alta.
Política nacional
-¿Es posible modificar la ley de coparticipación en este país? ¿De qué forma?
-Yo creo que es imposible. Pero habría ideas de que nadie pierda. Una buena idea es la del fondo de convergencia que proponen algunos gobernadores, con fondos que se distribuyan en las provincias de acuerdo a indicadores objetivos pero que a su vez sean invertidos en capital humano y se conviertan en mecanismos de nivelación. Esta idea se podría explorar junto con la continuidad de la ley de financiamiento educativo cuyas metas financieras vencen este año.
-¿Y será positivo el plan de desendeudamiento para las provincias?
-Yo lo primero que preguntaría es quien lo va a pagar, porque alguien lo paga. Porque se presenta como algo que sale de la nada, como que se generan recursos y se reduce la deuda un 40% al pasar a una tasa fija. Los candidatos más probables a pagarlos son los más pobres, porque se financiará con impuestos inflacionarios. Y después hay un tema de equidad entre provincias. Porque algunas se gobernaron con mayor prudencia y no tiene deuda, como San Luis, Santa Fe o Santiago del Estero.
-¿Qué tan malo es el uso de reservas?
-Es un recurso lógico para los países que están en buena posición. En nuestro caso no creo, porque primero el país decide no recurrir al crédito, se cerró a si mismo las puertas del crédito y por eso tiene que usar las reservas. Porque lo normal que hacen los países es que la deuda la van refinanciando, refinancian el vencimiento de capitales y pagan los intereses. En un país como Argentina que tiene larga tradición de inflación como se ve ahora, siempre es bueno tener un poco más de reservas que un poco menos. Pero en principio no está mal en sí mismo que se use una parte de las reservas para pagar deuda. Lo que sí está mal es cerrarse a la posibilidad de tener crédito que esto es lo que ha hecho Argentina.
San Juan, entre las mejores
"Creo que la provincia de San Juan es de las que más ha progresado. No sé si la única, pero está entre las 2 ó 3 que ha progresado. Me gusta mucho viajar por el interior y hay varias provincias que han mejorado, pero San Juan es de las que más lo ha hecho", dijo ayer Llach, ante una consulta de Radio Colón.
Agregó que "es bueno ver cómo provincias que tenían un pasado de gran estancamiento o pobreza están empezando a salir. Lo mismo que con San Luis. Pero yo por eso dije al principio, una característica que está ocurriendo en el país es que el Interior está creciendo más que Buenos Aires".
Al referirse a las provincias y la coparticipación nacional cuestionó la "dependencia a las remesas discrecionales del Poder Ejecutivo", es decir a los envíos que la nación realiza por fuera de los recursos que coparticipa a las jurisdicciones. "En realidad, a las provincias se le están sacando recursos porque cuando se pusieron retenciones a las exportaciones eso va a la Nación, pero lo paga la provincia de San Juan. O sea, le están sacando recursos a la provincia de San Juan. Que después vuelven poco a través de la coparticipación y bastante más por vía de las transferencias discrecionales eso pienso que es un federalismo muy centralista", opinó el economista.

