El Instituto de Complementación de Jubilaciones y del Personal de la Universidad Nacional de San Juan (Incjupen) comienza el martes que viene a pagar la última parte de los fondos correspondientes a la disolución de la entidad: son un total de $4.477.000 a repartir entre unos 3.500 socios que formaron parte de la caja de jubilaciones, cuando ésta funcionaba normalmente. Primero se repartirán $3.477.000, quedando un remanente de un millón de pesos que se depositarían en las cuentas de los ex afiliados en unas dos semanas, según dijeron ayer desde la Comisión Liquidadora.

Tras no poder sortear una serie de inconvenientes económicos (ver aparte) se decidió disolver el Incjupen en el 2008 y se empezaron a vender todos sus bienes, para devolver los aportes a los asociados que ya no volverían a contar con el servicio. A fines del año pasado se repartieron $45 millones, y por ejemplo el socio que en ese momento recibió $6.000, ahora en este último reparto, le darán unos $462 a partir del martes, y luego se le sumarán $132.

Para este proceso, cada socio dispone ya de "un coeficiente de liquidación" -no hay una suma fija puesto que depende de los aportes que hizo cada uno- en base a un cálculo que resultó de tomar los aportes históricos de los afiliados y la aplicación del índice de precios al consumidor, metodología que recibió muchas críticas entre los socios.

Los $3.477.000 con los que se nutren los primeros fondos que se repartirán, corresponden a una parte de la venta de tres inmuebles ($1.250.000); al remate del mobiliario de los edificios ($25.000) y a un excedente de la liquidación de los fondos ($2.202.000), que fueron recaudados en concepto de viejos préstamos que fueron devueltos por los afiliados. Mientras que el remanente de $1.000.000 que se liquidará más adelante, corresponde al 80% de dos de los tres inmuebles que se vendieron, que faltan escriturar para saldar el pago.

La Comisión Liquidadora, luego de repartir los fondos históricos con los que contaba, puso a remate los bienes del instituto. Ahí tasó tres de los edificios que tenía en $2.272.000: el ubicado en Av. Rioja al 178 (N), $400.000; el de calle Tucumán 128 (N), $1.030.000 y una casona del barrio Del Bono en $1.290.000. Sin embargo, alcanzó a recaudar $2.250.000. Luego, en el mes de septiembre remató públicamente su mobiliario, desde computadoras y escritorios hasta sillas y mesas, obteniendo por ello unos $25.000.

"Nosotros enviamos hoy (por ayer) al Consejo Superior de la Universidad toda la documentación para que a partir del martes ya se empiece a pagar a los ex socios del Incjupen. Después de esta liquidación podremos decir que el Instituto definitivamente cerró sus puertas", dijo ayer Ricardo López, uno de los liquidadores que fue dispuesto por el Consejo Superior de la UNSJ.

En cuanto al personal que tiene todavía signado el Incjupen -5 en total- se les reasignarán tareas administrativas dentro de la casa de altos estudios.

La disolución de este organismo estuvo envuelto en una gran polémica, al punto que, de los 5.000 socios que tenía, sólo 3.500 fueron parte de la liquidación porque en su momento se argumentó que "los que quedaban afuera era porque le debían plata al instituto, ya sea por deudas contraídas u otra circunstancias".