Europa despedirá este mes el sistema de derechos de plantación vigente durante 30 años para dar paso a un nuevo esquema. Es que el 1 enero de 2016 entra en vigor un nuevo modelo de autorizaciones, que estará vigente hasta el año 2030.

Con la llegada del nuevo año, el titular deberá contar con una autorización administrativa para poder plantar y con una validez máxima de tres años desde el momento de su concesión. Según EFE AGRO ,agencia de información agroalimentaria, el potencial productivo de viñedo en España se sitúa en 1.026.747 hectáreas, cantidad que suma la superficie actual de 958.697 hectáreas y otras 68.051 pendientes de ejecución, de aquí al 2023. Para poder obtener una autorización para plantar viñedo la norma comunitaria establece tres vías: por arranque de un viñedo, por reconversión de un derecho que tenga validez a 31 de diciembre de 2015 o bien a partir de un cupo que se pondrá a disposición anualmente y que será como máximo del 1 % de la superficie plantada a 31 de julio del año anterior.

Podrán establecerse normas para la limitación de replantaciones o de nuevas plantaciones en Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas.

A los viticultores no les gusta el nuevo sistema introducido en la OCM del vino, pero al menos valoran que la Unión Europea no ha optado por la liberalización. Dirigentes opinan que hay que adaptarse, no queda más remedio y recuerdan que, con el viejo sistema, algunos profesionales aprovechaban para vender derechos para afrontar una jubilación más cómoda. Dicen que a corto plazo, un eventual aumento del 1 % de las plantaciones no tendría impacto en el mercado, pero sí podrían llegar tensiones en caso de que haya sucesivos incrementos cada año. Organizaciones que criticaron en su momento que suponía “una pérdida patrimonial importante para los agricultores”, piden al Ministerio de Agricultura que impida la autorización de nuevas plantaciones durante los próximos dos años.

Dicen que el peligro del exceso de oferta es ya notable y, a pesar de que hemos ido salvando las campañas gracias a la exportación, ésta se ha realizado a costa del hundimiento de los precios del vino, de las uvas y de los viticultores, cuya rentabilidad ha descendido notablemente. En cuanto a las Denominaciones de Origen, pocos Consejos Reguladores se han pronunciado sobre posibles limitaciones para el primer año del nuevo sistema.

Según la Conferencia que reúne a los Consejos Reguladores, “el espíritu” del nuevo sistema de autorizaciones es positivo porque busca que la oferta se ajuste a la demanda y evitar una sobreproducción o devaluación significativa. Sin embargo, debería haber pormenorizado el porcentaje de crecimiento anual por zonas de producción como también faltan también disposiciones o garantías para evitar riesgos de crecimiento encubierto de plantaciones en determinadas zonas, vía replantaciones, ya que la norma específica que se podrá replantar dentro de la misma explotación en la que se produjo el arranque pero el concepto de explotación “es muy amplio”.¿El riesgo? “Podrían arrancarse y replantarse viñas dentro de una misma explotación, pero en diferentes zonas de producción”, indican. El secretario general de la patronal de las bodegas, Pau Roca, cree que, con la cláusula de salvaguarda, el crecimiento del viñedo europeo no sería suficiente para responder a las necesidades de vino del mercado mundial. Para España, opina, “no está mal” este porcentaje, aunque la situación del viñedo no es la misma, ya que “hay lugares donde sobra vino y otros donde falta”. Entre sus dudas, Roca se pregunta cómo se van a controlar las nuevas plantaciones de viñedos calificados en las Denominaciones. “Lo mejor sería delimitar, como ocurre en Borgoña, parcela por parcela lo que es apto y lo que no”. El cambio jurídico desde los antiguos derechos a las nuevas autorizaciones “no es tanto una pérdida de valor patrimonial, sino más bien de dominio patrimonial” para el viticultor y sostiene que los agricultores que tengan autorizaciones en su poder podrían ver incrementar el precio de la hectárea de viña.