Pedir una auditoría de los stocks vínicos de la región, que se aplique la legislación antimonopolios en la actividad, mejorar la distribución de los ingresos en la cadena de comercialización y que se regule la plantación de nuevos viñedos son los cuatro puntos en los que coincidió la nueva Mesa del Consenso Vitícola, una organización que nació ayer durante un encuentro que tuvo lugar en Pocito. Fue con la participación de representantes de San Juan y de Mendoza, que trabajarán en estos temas y que se volverán a reunir en dos semanas más en fecha y lugar a definir.
En medio de un panorama de sobrestock vínico, bajos precios de la uva y el vino y dificultades para afrontar los gastos culturales que demandan los viñedos, los productores de ambas provincias, luego de contactos informales, decidieron avanzar en la conformación de un espacio de diálogo para gestionar soluciones a la actividad. "No queremos llegar a febrero del año que viene, para la próxima cosecha, con los mismos problemas que ahora", insistió Pablo Martín, anfitrión y uno de los organizadores del encuentro desde la Cámara de Producción, Empaque y Comercio Frutihortícola (CPEC), de Pocito. Participaron representantes del Centro de Viñateros de Angaco, Viñateros Autoconvocados, Sociedad de Chacareros Temporarios, Consorcio de Cooperación de San Martín, Cámara de Productores del Este y Federación de Viñateros, todas de San Juan. No fue invitada la Asociación de Viñateros Independientes, una de las entidades locales más antiguas. Desde la vecina provincia llegaron miembros de la Sociedad Rural del Valle de Uco, Asociación de Viñateros Mendocinos, Asociación de Productores del Oasis Este de Mendoza y Viñateros Autoconvocados de Mendoza.
En la sede de la CPEC, en el corazón de Pocito, los productores debatieron por espacio de casi tres horas para consensuar cuatro puntos principales en los que van a trabajar para encontrar soluciones, para después avanzar en otras cuestiones. Incluso después también quieren que se sume el sector industrial, que también se ve perjudicado por la situación de la actividad.
El primero de los puntos es encargar una auditoría que determine cantidad, calidad y variedades de vinos que hay en las piletas de las bodegas. Pero como desconfían del Instituto Nacional del Vino (INV), el ente rector de la actividad, están pensando en encomendar la tarea a algún organismo internacional o alguna universidad, que sea imparcial con los resultados. El segundo punto es pedir que aplique la legislación antimonopolios porque los productores sostienen que tanto a los precios de la uva y el vino, como así también del mosto, los fijan unas pocas bodegas y mosteras en perjuicio de los intereses de los viñateros. La tercera cuestión tiene que ver con que, en la etapa de comercialización, los que se dedican a la venta en el caso del vino, como los supermercados, se llevan más del 50% de las utilidades, cuando el riesgo lo corre el productor. Por último, los viñateros quieren reglas claras sobre si es conveniente plantar o no nuevos parrales y en todo caso de qué variedades.
Una crítica particular recibieron las bodegas que dos años atrás importaron vinos "que tiraron abajo los precios", como dijo el dirigente mendocino José María Llaver. Otro dardo fue para la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) por la preocupante caída del consumo del vino.
LOS PROTAGONISTAS
- PABLO MARTÍN CPEC Pocito
"Es importante tener la capacidad para juntarnos, discutir las ideas y ser firmes en las decisiones porque la crisis de la actividad vitivinícola nos afecta a todos y queremos que nos vaya bien. Para la próxima etapa también vamos a invitar al sector industrial".
- ANGEL CASTRO San Martín (Mendoza)
"Es totalmente necesario este tipo de encuentros porque hemos llegado a una situación casi terminal y si no trabajamos juntos nunca vamos a encontrar las soluciones que hacen falta. Además, en la charla ha surgido que tenemos los mismos problemas".
- JOSÉ MARÍA LLAVER Productores Autoconvocados
"En el 2004 se consumían 36 litros de vino por persona y ahora se consumen 18,4 litros. Estos números marcan el fracaso de la Coviar, que debía promover el consumo en el país. Por eso se impone redefinir el papel del organismo".