En junio no había ingresado ni una gota de vino chileno a San Juan, pero recién arrancó julio y la noticia es que la bodega Peñaflor trajo una partida de unos 250.000 litros del vecino país, según dieron a conocer ayer fuentes del sector vitivinícola. La novedad causó malestar en el Gobierno sanjuanino porque dicen que no hay faltante de vino en el mercado.
“La maniobra afecta los precios del vino e incluso de la uva para la próxima cosecha”, dijo ayer el ministro de la Producción, Andrés Díaz Cano, consultado por el tema.
Desde diciembre pasado, cuando comenzaron a ingresar vinos chilenos, a San Juan han entrado unos 20 millones de litros del vecino país, según dieron a conocer fuentes del sector, que equivalen a poco más de un mes de despachos. En total, a la región, habrían entrado unos 55 millones de litros, casi la mitad de un mes total de despachos del país.
Ya hubo un intento para que la Nación interviniera en el tema, pero no prosperó. Fue en diciembre del año pasado, cuando referentes del sector vitivinícola de San Juan y de Mendoza y el ministro de la Producción, Díaz Cano, le plantearon el caso al secretario de Comercio de la Nación, Miguel Braun, pero el funcionario respondió que no iba a intervenir porque la apertura comercial era política de Estado.
El principal argumento para rechazar la maniobra es que a partir del 1 de junio fueron liberados los vinos nuevos y las bodegas ya no necesitan comprar, si es que en algún momento les faltaba.