Los aumentos de la electricidad dispuestos por el Gobierno nacional a partir del 1 de febrero indudablemente tendrán un impacto inflacionario real en los precios, según se desprendió ayer de un sondeo realizado por DIARIO DE CUYO entre el empresariado local. Comerciantes e industriales dijeron que si bien el sector privado sabía que se venía el aumento, se encuentra ‘imposibilitado’ de absorber los nuevos costos eléctricos, y por lo tanto, que será inevitable trasladar parte de los puntos porcentuales extra a los precios de la mercadería que venden o los insumos que producen. Claro que al mismo tiempo admitieron que tendrán que morigerar las remarcaciones para evitar que se profundice la caída de ventas que ya viene resentida tras la devaluación de diciembre. ‘Seguramente va a impactar en los precios, lamentablemente no se podrá absorber el aumento’, dijeron desde CAME, mientras que en la Asociación Comerciantes de Rawson explicaron que el impacto dependerá del tamaño del comercio. En la Unión Industrial analizarán el impacto para ver hasta qué límite la suba es ‘controlable’, de todos modos en la Cámara de Bodegueros dijeron que ‘ninguna actividad es capaz de absorber costos altos; si no se trasladan se cierra’.
Este jueves, el Ente Provincial Regulador de la Electricidad de San Juan dio a conocer las nuevas tarifas eléctricas que regirán en la provincia desde la semana próxima, luego de que la Nación decidió quitar los subsidios y sincerar los precios de la energía. En el nuevo esquema, los comercios, industrias y establecimientos agrícolas son los que recibirán el impacto más fuerte del tarifazo, ya que para ellos no habrá una aplicación gradual de la suba ni un programa de estímulos que les permita achicar el impacto si ahorran electricidad, como es para los usuarios residenciales. Los comerciantes deberán afrontar aumentos de entre el 49% y el 124,5%; en tanto que las grandes demandas como por ejemplo frigoríficos, grandes industrias o mineras deberán pagar incrementos de hasta el 310%. En el caso de los usuarios residenciales representará un aumento que va del 47,6% al 117%, serán graduales para los segmentos de menores consumos y si ahorran recibirán quitas en el porcentaje de aumento.
Guillermo Cabrera, titular de CAME en San Juan, aseguró ayer que el aumento de la tarifa eléctrica ‘seguramente va a impactar en los precios’. ‘Quizá sea gradual, pero a la larga se va a trasladar a los precios, porque hoy los márgenes de utilidad se acortaron mucho. En los últimos tiempos, debido a la necesidad de vender y a una caída brutal de las ventas se hicieron outlet o promociones, bajando utilidades, lo que es peligroso para los comercios. Estamos viendo muchos locales vacíos, también por influencia del alto costo de alquileres. Lamentablemente no se podrá absorber el aumento, pero se va a tener que hilar muy fino para mantener los costos operativos de un comercio’, agregó.
El empresario Manuel Rodríguez, de panadería Mauri, coincidió en el impacto: ‘Los contadores verán cómo incide en los costos; pero si es mucho, sí o sí vamos a tener que aplicar uno, dos, o tres puntos a los precios. Lamentablemente no hay forma de que el comerciante lo asuma, no tenemos mucho margen para evitarlo, aunque siempre tratamos de no subir porque no se vende’. Por su lado, Marcelo Vargas, titular de la entidad de comercios de Rawson, dijo que la incidencia de la electricidad depende del rubro de negocio, ‘las heladerías, confiterías, gastan más que una zapatería, donde incide más el flete y la mercadería’. Iván Grgic, gerente de la Unión Industrial, dijo que ‘la suba no es una sorpresa’ para la industria que estaba preparada, ‘lo que no se sabía es el porcentaje. Cuando llegue la factura cada empresa verá sus números y si es una suba controlable. Siempre el industrial trata que ningún movimiento económico se traslade al precio’.
Pero las bodegas por ejemplo, ya adelantan que dependiendo del tamaño del establecimiento harán retoques. ‘Ahora viene una época de consumo importante, veremos cuánto afecta por kilo de uva procesada; pero se verán más afectadas las bodegas fraccionadoras como Graffigna, Peñaflor, Callia o Berzenkovich’, agrego Horacio Ripalta desde la Cámara de Bodegueros.