Después de un largo trabajo para poner a punto las plantas para desinfectar con bromuro de metilo las uvas que se exportan a Brasil (un tercio recala en ese país, principalmente la variedad Red Globe), finalmente en las últimas horas el Senasa habilitó las primeras dos bromuradoras. Entre antenoche y ayer en la siesta, empezaron a trabajar con los primeros cargamentos. Según las autoridades del Ministerio de Producción y el Senasa, la demora se debió principalmente a los ajustes técnicos de rigor de este tipo de aparatos requiere, en virtud de los extremos controles ambientales que requiere esta tarea.

El 13 de diciembre pasado y tras más de 7 meses en que no se pudo enviar un solo grano de esta fruta, el Gobierno que conduce Dilma Rousseff levantó la restricción sanitaria pero con la condición que los cargamentos sean previamente desinfectados.

Las plantas habilitadas son una que está en la firma Expofrut (ver foto) y la otra en el frigorífico de Caucete. En tanto que hay otras 4 que entre este lunes y martes -aseguraron desde Senasa- tendrán la certificación en sus escritorios para que gocen de luz verde. A eso se le suma otra planta del tipo móvil que está en el departamento de Ullum, una más en 25 de mayo, otra en Caucete y la restante, construida con fondos provinciales, que se ubica en el parque industrial de Albardón. Hay una en construcción, pero que descartan que esté lista esta campaña. De todos modos, la alta demanda que tendrán estas plantas generará un “cuello de botella” debido a que se pueden tratar por vez apenas unos 26 pallets y la tarea demora un poco más de 3 horas, explicaron

“Estas cámaras tienen varios censores para detectar fugas y en todo el periodo de prueba fallaba uno u otro, por lo que no se permitía la autorización. Nos encontramos con el problema de que hay una sola empresa que las pone a punto y pocos operadores, así que se movieron de un lado a otro para completar la demanda”, explicó la directora de Sanidad Vegetal de la provincia, Valeria Pantano.

¿Cuánto se perdió de mandar a Brasil?

Si bien empresarios y autoridades del Gobierno no precisaron cifras, se estima que este retraso en los envíos terminará mermando al fin de la temporada la cantidad de uva en fresco que tiene como destino al gigante de Sudamérica, que en la campaña pasada le redituó a los exportadores sanjuaninos la friolera de 17,7 millones de dólares (unos 49,8 millones de kilos). Es que detrás de esta demora hay una cuestión ineludible: la uva que se cosechó y se enfrió, no puede ser bromurada, por lo que se estima que desde que comenzó la cosecha, buena parte de esa mercadería tuvo otro destino.