Si bien el ministro de Minería, Carlos Astudillo, señaló que "voy a tratar de acelerar el estudio de impacto ambiental" del proyecto de cobre Los Azules, en cuanto a su aprobación, terminó reconociendo que "en esta gestión no llego". El funcionario destacó que el 25 de este mes vence el plazo de consulta pública del informe que presentó la empresa Andes Corporación Minera S.A., subsidiaria de McEwen; que luego va a "comisión con los organismos correspondientes, en la tranquilidad absoluta y los tiempos que la comisión evalúe porque estamos hablando de una mina muy importante que va a estar en la cabecera del río San Juan".
Astudillo dio las definiciones en el programa "A todo o nada", de Radio Sarmiento, quien resaltó que "hace dos años, Los Azules era inviable", pero hoy es una "posibilidad cierta" de "ser otro Josemaría", en referencia a la mina de cobre en Iglesia que está en etapa de construcción, con la incorporación de maquinarias y a la espera de la aprobación del nuevo dique de colas, que es el que contendrá los residuos del proceso de extracción del cobre, según había comentado el ministro. La construcción de la mina demandará unos 4.000 millones de dólares y su producción anual calculada es de 136.000 toneladas de cobre.
Por su parte, Los Azules, en Calingasta, prevé producir entre 125 mil y 175 mil toneladas anuales de cobre catódico, con una pureza del 99,9%, mientras que los recursos del yacimiento pueden asegurar la operación entre 27 a 30 años, de acuerdo a la información de la empresa. La inversión ronda los 2.300 millones de dólares y se prevé entre 2.000 y 2.500 trabajadores directos en la construcción de la mina. Tras la presentación del Informe de Impacto Ambiental, su evaluación y aprobación está en manos de la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental Minera (CIEAM). Una vez que le den el visto bueno, la empresa informó que hasta 2026 llevará adelante la gestión de permisos sectoriales para iniciar la construcción ese mismo año. Así, la entrada en producción está calculada en 2029. En ese marco, Astudillo apuntaba a que el proyecto obtuviera la Declaración de Impacto Ambiental bajo la gestión uñaquista, aunque admitió que ese trámite ya quedará para el gobierno de Marcelo Orrego.
Por otro lado, el ministro indicó que hubo alrededor de 800 a 900 "despidos temporarios" en Veladero por las "condiciones climáticas extremas" en "la construcción del valle de lixiviación. Como sigue la construcción de la fase 7, ya se ha incorporado la mitad y, dentro de poco, se volverá a sumar el resto". Además, dijo que "quiero dejar a Casposo en condiciones para que el año que viene comience de nuevo", el que tendrá entre 200 y 250 trabajadores.