En el Mercado de Abasto, conocido como la feria de Capital, las frutas y verduras aumentaron desde diciembre de 2022 hasta el mismo mes de 2023, un 289 por ciento en promedio. El valor resulta de la comparativa de 17 productos de alta demanda durante el último mes del año pasado en un relevamiento hecho por este medio. Las mayores variaciones fueron en el limón, la acelga y la espinaca. Los que se vieron afectados por problemas climáticos, impulsando subas cercanas al 600 por ciento de un año a otro. Del resto, solo la cebolla de verdeo y la cebolla común están por debajo de los 100 puntos porcentuales y del total, 11 subieron más que la inflación interanual que fue del 160,9 por ciento, según publicó el Indec.

El producto que más se encareció durante el año fue el limón de primera calidad, que en diciembre de 2022 costaba 30 pesos la unidad y a finales de año se conseguía a 200 pesos, aunque había ofertas para otros que no fueran de exportación. El de mayor valor está un 566 por ciento más caro según el cálculo interanual. Este producto, que se produce la mayoría en Tucumán, sufrió en su temporada alta los efectos de la sequía extrema que afectó al país y eso impulsó su precio. Algo parecido sucedió con las acelgas y lechugas, que en los últimos 12 meses pasaron de costar 80 pesos el paquete a 500 en la feria de abasto. Las verduras de hoja tuvieron un incremento fuerte semanas atrás, explicaron los vendedores, debido a que el calor de los últimos días de diciembre "quemó" parte de la producción y esto impulsó que se encarecieran un 525 por ciento en ambos casos.

Otro grupo de alimentos que también se vio afectado por una suba abrupta, fueron las frutas, que por la mayor demanda durante las fiestas de fin de año, tuvieron un promedio de suba del 377 por ciento. La manzana fue la que menos se encareció, pero lo hizo por encima de la inflación con un 185 por ciento, ya que el kilo pasó de costar 350 pesos a 1.000 pesos. La banana, el damasco y la sandía subieron todos un 400 por ciento, y el kilo de cada una de estas frutas cuesta ahora en la feria 1.500 pesos, 1.000 pesos y 500 pesos respectivamente. La naranja subió un 500 por ciento y pasó de costar el kilo de 200 a 1.200 pesos.

La cebolla de verdeo y la cebolla común fueron las que menos variaron. En el primer caso, el paquete pasó de costar 100 pesos a 120 pesos, con una variación del 20 por ciento entre un año y el otro. El kilo de cebolla común pasó de 170 a 300 pesos, por lo que la variación fue del 76 por ciento. También por debajo del IPC se ubicó la lechuga criolla, que subió un 150 por ciento y pasó de costar 40 a 100 pesos la unidad, el camote que subió un 100 por ciento de 300 a 600 pesos y la berenjena que se encareció un 150 por ciento, pasando de costar 200 pesos a 500. El ajo reflejó también un aumento idéntico y pasó de costar la cabeza de 80 a 200 pesos. En cuanto a la zanahoria, el kilo que se conseguía a 100 pesos ahora está a 400.

Dentro del listado de productos más vendidos se encuentra también el tomate, que por estar en temporada bajó su precio a la mitad desde octubre, cuando costaba 1.000 pesos el kilo y en la actualidad se vende en la feria por 500 pesos en el caso del perita. Pero en la comparación interanual, que tiene en cuenta la estacionalidad, se puede ver un fuerte aumento del precio de este producto. En comparación con diciembre de 2022, el precio aumentó un 233 por ciento, ya que el kilo se vendía hace un año a 150 pesos y en la actualidad se consigue a 500 pesos.

 

> A la espera de más cambios 

Los precios de los alimentos acumulan semanas de aumentos, tras la suba de combustibles y la aceleración de la inflación de diciembre, que recién se conocerá este mes. Según puesteros de la feria de Capital, en enero las frutas suelen bajar de precio debido a que disminuye la demanda de las fiestas. Por lo tanto, si se cumple esto, algunos de los productos que más se encarecieron podrían volver a precios habituales. Pero esta vez, aseguraron, no están confiados de que se den porque en las últimas semanas de diciembre las listas llegaron cada vez más caras. 

> Temporada escasa

En noviembre los productores de la Sociedad de Chacareros temporarios alertaron que esta temporada iba a haber mucha menos oferta de verduras. Por la sequía en la provincia, sembraron un 20 por ciento menos porque no sabían si podrían regar el resto. Además, los aumentos de precios encarecieron cada hectárea productiva, por lo que decidieron bajar la superficie por tercer año consecutivo. Los días de extremo calor como el 16 de diciembre y los días previos a año nuevo bajaron aún más la productividad, porque muchas de las plantas en crecimiento se quemaron por las altas temperaturas.