Hubo un tiempo, a principios de los ‘90; que en San Juan se alentó la reconversión y se instó a los viñateros a arrancar las uvas comunes y plantar en su lugar las finas, porque el mercado demandaba productos de alta gama.
Pero ahora la tendencia se va consolidando lentamente al revés: por tercer año consecutivo en los viveros volvió a crecer la venta de plantines y barbechos de la variedad Cereza por sobre las de alta gama, un cepaje curtido, multipropósito, según coincidieron en tres de los grandes viveros vitivinícolas registrados legalmente en la provincia.
Allí explicaron que la razón es que rinde más y tiene mejor rentabilidad frente a la uva fina que da una menor producción, cuesta más cuidarla y no se paga bien en la provincia. Además esta uva se puede destinar para pasas o para mosto concentrado, dos nichos económicos rentables.
En el ranking de ventas siguen primeras las variedades Flamé y Fiesta, que son destinadas a la elaboración de pasas, seguidas inmediatamente por la Cereza. ¿San Juan está volviendo a las uvas comunes? ‘’Sí, pero la culpa la tiene el industrial porque de las uvas tintas o las finas sobran kilos y no las paga como corresponde. En cambio con las uvas básicas el productor con los kilos (que producen más) hace la diferencia.
Y está más que demostrado que con Cereza se hacen excelentes vinos’’, dijo Santiago, desde el vivero Olivid, desde donde aseguran que ‘’con la primera variedad que nos quedamos sin plantas es con la Cereza’’.
‘’Los viñateros van con la moda, y ahora rinden más plata esas variedades’’, opinó Gustavo Bolzonella, de vivero Don Peto. Hugo Amat, del vivero que lleva su nombre también lo atribuyó a una cuestión de peso y rendimiento, pero no sólo frente a las uvas de alta gama, sino a otros cultivos. ‘’Al caerse los precios de olivos y ajos, eso también va decidiendo al productor. Hoy hacer una hectárea de ajos cuesta 12 mil pesos. Produce 10 mil kilos y se vende a 1,50 pesos el kilo, lo que reporta 15 mil pesos.
En cambio, una hectárea de Cereza cuesta 4 mil pesos, rinde 40 mil kilos como mínimo por hectárea, a 70 centavos el kilo se obtienen 28 mil pesos. Y esta variedad es multipropósito, sirve para vino, para mosto y pasa’’, graficó Amat.
USOS
Un dato que proporcionaron en los viveros es que la uva cereza se compra no sólo para reconvertir parrales de finas por básicas, sino que además se la usa como pie para injertos. ‘’La mitad de la Cereza que se vende va destinada a pie, o sea, plantarla e injertarla con otra variedad.
Se están poniendo nuevas hectáreas también, pero en mi vivero, si se venden 200 mil plantas de Cereza, 100 mil son para injerto y 100 mil son para producción de la uva’’, informó Amat. Agregó que tanto en San Juan como en La Rioja está creciendo el uso de la Cereza como pie porque es resistente a la sequía, a muchas enfermedades. Arriba se le injerta Flamé, Fiesta o cualquier otra, también alguna uva fina como Malbec.
‘’Sí, en muchos diferimientos grandes la llevan para injertar alguna variedad fina de vinificar, por la resistencia que tiene la planta, pero muchos también se la llevan para plantar hectáreas nuevas’’, dijo Bolzonella.

