La superficie de viñedos en San Juan se redujo un 5%, el equivalente a 2.492 ha, en los 10 últimos años, según revela un informe elaborado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El relevamiento consigna que las uvas que más perdieron terreno fueron las destinadas a la elaboración de vinos, con un 12% (-4.431 ha), mientras las variedades aptas para consumo en fresco aumentaron un 11% (1.037 ha) y las destinadas a pasas crecieron un 34% (863 ha). La razón de este fenómeno, según explicaron fuentes de la actividad, es que los productores vienen ajustando sus plantaciones a la demanda del mercado, que justamente viene con una pronunciaba baja en el consumo de vinos del país y, como contrapartida, viene creciendo la comercialización de pasas.
El consumo de vino cayó el año pasado 5,4%, a 8,91 millones de hectolitros, y en 2016, 8,3%, según el INV. La situación tiene muy preocupados a los protagonistas de la industria porque, por ejemplo, hace 5 años el consumo per cápita era de 25 litros, y en 2017 bajó a 20,3, según el Observatorio Vitivinícola Argentino. La bebida que le ha quitado mayor cantidad de consumidores es la cerveza.
En al ranking nacional en cuanto a superficie cultivada, San Juan se mantiene en el segundo lugar con 46.787 ha, según datos al 2017, que representa el 21,2% del total nacional. Según los datos disponibles, la matriz vitícola local se encuentra diversificada en cuanto a la aptitud de las variedades cultivadas. El 71% de la superficie de uvas tiene aptitud para elaboración de vinos y mostos, el 22% para consumo en fresco y el 7% para pasas.
En cuanto a las variedades que se cultivan, la Cereza es la que tiene mayor superficie de la provincia porque concentra el 24% del total. Esta variedad se destina principalmente a la obtención de mosto sulfitado y concentrado. En segundo lugar se encuentra la variedad Flame Seedless, con un 9% del total, destinada a la producción de pasas, seguida por Syrah con el 6%, empleada en la elaboración de vinos, y Superior Seedless con el 6%. Esta última se destina para uva de mesa y pasas.
Según consigna el informe, San Juan está diversificando su matriz productiva hacia variedades aptas para consumo en fresco o pasas, disminuyendo, desde el año 2008, un 12% la superficie de uvas destinadas a elaboración. No obstante esta disminución de superficie se evidencia un importante cambio en la composición varietal, tendiendo hacia variedades de mayor calidad enológica.
Desde el año 2008 las uvas blancas aptas para elaboración son las que más han disminuido, con un 24% de merma, las tintas disminuyeron un 7% y las rosadas un 5%. En San Juan hay 4.431 ha menos de superficie de vid apta para elaboración que en el año 2008, de las cuales 2.942 ha son blancas.
La variedad que más ha aumentado su superficie desde el año 2008 dentro de este segmento es Aspirant Bousquet (+470 ha), seguida por Malbec (+379 ha). La que más disminuyó fue Moscatel de Alejandría (-1.402 ha).
"Ahora se ve la demanda"
Por José Eduardo Molina – Cámara de Productores
"Estamos en camino hacia una vitivinicultura que respeta la demanda de los varietales, lo que se nota en el aumento de superficie de algunas variedades, como es el caso de una que es emblemática de San Juan, que es la Malbec. Otra cuestión es que el productor ahora ve la demanda del mercado, y por eso el incremento de hectáreas de la variedad Flame Seedless, que en San Juan se planta para destinarla a pasas. También han decaído las hectáreas de uvas tintas que no tienen demanda o que son de menor calidad.
Otro tema a destacar es que se ha producido una tremenda reconversión hacia variedades de mejor aptitud enológica. También es importante la incidencia de las variedades Aspirant Bouschet y Ancelotta, que se utilizan para mejorar el color de los vinos tintos, que son los que tienen mayor demanda. Entre las variedades que se han arrancado se encuentra la Cabernet Sauvignon, porque tiene mucha dificultad para la cosecha".