El precio de la onza de oro superó ayer la barrera de los U$S 1.300, (U$S 1.300,07) en el London Bullion Market, el mercado al contado de la capital británica que sirve de referencia, según publicó ayer la revista especializada Mining Press. Esto significó un aumento de casi el 30% del precio que tenía hace un año, y lejos de los U$S 280 de los años 2000-2001. Aumenta por la incertidumbre, especialmente en Estados Unidos, que ha debilitado al dólar y hecho más atractivas las compras de materias primas que se cotizan en esa divisa para los inversores con otras monedas. "Las palabras clave son preservación de la riqueza", dijo el analista de SEB Commodity Research, Filip Petersson.
El incremento del oro también favorece a las empresas mineras que están teniendo ganancias extraordinarias por la diferencia entre el costo de operación para obtener el lingote, y el actual precio del oro. "Es cierto que los costos de producción han subido a raíz de los aumentos salariales, de insumos y de energía, pero no lo han hecho en la misma proporción que la suba del oro", admitió Felipe Saavedra.
No obstante, cuando hay ganancias extraordinarias para ellas por el alza del oro, la provincia también resulta favorecida.
En San Juan no sólo mejoraron los ingresos de regalías sino también el superávit de la balanza comercial: en la actualidad las exportaciones de metales alcanzan los tres cuartos del total exportado por San Juan. El 32% de su producción total, valorizada a precios de 1993 (PBG) es explicado por sus exportaciones. Hace una década estas sólo tenían un peso de casi el 10% del PBG, hasta que la minería metalífera empezó a cambiar su perfil exportador y hoy se ubica en el quinto puesto del ranking de las provincias argentinas.
El valor del oro también empuja las exploraciones y hace despertar proyectos "dormidos" que antes no resultaban rentables por tener pocas reservas. ¿Y en San Juan hay proyectos de ese tipo? "Sí, Hualilán podría despertarse", dijo enigmático Saavedra.
