Sugerencia. La recomendación a quien quiera instalar un equipo de GNC es recurrir a talleres autorizados por el Enargas, para evitar inconvenientes.

 

Con el valor de la nafta Súper a 40,67 pesos en promedio, a poco más del doble que el m3 del Gas Natural Comprimido (GNC), que cuesta unos 18,90 pesos, un fenómeno que se vino manteniendo en el último año, creció con fuerza durante el 2018 la cantidad de vehículos que pasaron a contar con equipos con el nuevo tipo de combustible. Así, de 1.296 conversiones que se registraron durante el 2017, treparon a 1.982 durante el año pasado, es decir que hubo un crecimiento del 53%, una particularidad que estiman que se va a mantener durante el año que acaba de comenzar, según fuentes del sector. El récord de los últimos años se registró en el 2014 con 3.119 operaciones.

El primer mes del año arrancó con 122 conversiones de vehículos a GNC, según los datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), que ubica a San Juan por encima de otras 12 provincias argentinas. El fluido tiene como ventaja, además del ahorro en el gasto, que es más ecológico ya que genera menos gases tóxicos (ver aparte).

Con el precio de los combustibles líquidos que no parece tener techo, y que vienen a registrar el último aumento hace menos de una semana, quienes tienen que usar su vehículo para trabajar o realizar viajes frecuentes, siguen apostando al GNC, más allá de que hay que realizar una inversión importante para instalar el equipo que, según fuentes del sector y el uso que se le de a la unidad, se puede llegar a amortizar en un año en promedio.

Roberto Orzanco, del taller que lleva su nombre, dijo que tiene dados todos los turnos para esta semana y quien quiera instalar un equipo tendrá que esperar. En su negocio, instalar un dispositivo de tercera generación, con un tubo de 16 m3, cuesta 32.000 pesos de contado, mientras que uno de quinta generación, para vehículos más modernos, tiene un costo de 39.000 pesos, con el mismo cilindro.

La operación también se puede llevar adelante con tarjetas de crédito, los jueves y viernes con el plan Ahora 12, que tiene un interés del 25%. El resto de las tarjetas y dependiendo de la cantidad de cuotas, tienen un interés que ronda el 45%.

Daniel Ruiz, de Segas, dijo que si bien los equipos registraron un aumento importante el año pasado, por efecto de la suba del dólar, este año los valores se mantienen estables. En su negocio, un equipo de tercera generación con un cilindro de 10 m3 cuesta 27.000 pesos y uno de quinta generación, con la misma capacidad, trepa a los 33.000.

Los cilindros utilizados en equipos de GNC deben estar en condiciones de soportar una presión de 200 bares. En los talleres autorizados recomiendan utilizar tubos específicamente diseñados y aprobados para GNC ya que es muy peligrosa e ilegal la improvisación de otro tipo de dispositivos o la compra en fabricantes no autorizados por el Enargas.

El equipo debe estar en muy buen estado y no sufrir deterioros producto de golpes, choques, corrosión, fuego y otros que indique el sentido común, para evitar accidentes que pueden llegar a ser fatales.

Un requisito para la carga de GNC en una estación de servicio es tener la oblea adherida y al día en el parabrisas. La oblea debe renovarse anualmente en talleres autorizados. Renovarla puede llegar a costar unos 800 pesos en promedio. También, y cada 5 años, es obligatorio realizar la prueba hidráulica de los cilindros. Se trata de comprobar que esté en condiciones para seguir siendo usado. La operación consiste en inyectar líquido a alta presión, superior a 200 bares (se usa un líquido en vez de gas para evitar una explosión). Esta prueba también se realiza en un centro de revisión periódica de cilindros y de salir bien habilita a continuarlo usando. En los talleres sanjuaninos la prueba hidráulica y la oblea tiene un costo promedio de 2.400 pesos.

 

Ventajas y desventajas del sistema

La principal ventaja del uso del GNC es el ahorro del combustible, pero no es la única. En el sector opinan que, por ejemplo, el aceite tiende a tener una mayor duración, al no haber escurrimiento de combustible en él. Además, el motor funciona más suavemente con gas, emitiendo menor dosis de ruido.

Pero no son todas buenas. El principal punto en contra es la gran inversión inicial, y que se necesita un tiempo importante para amortizar su costo. Según el uso, se habla de por menos un año.

Otra desventaja es la modificación en el auto, ya que los cilindros de GNC al instalarse, por ejemplo en el baúl, restan mucho espacio, y a veces hace necesario reforzar la amortiguación del vehículo.

También se necesita una puesta a punto del motor más específica para reducir la pérdida de potencia. Asimismo, requiere que el motor, las válvulas y los trenes estén en estado óptimo, porque el gas exige mucho más que los combustibles líquidos.

Otra crítica, en la que no todos coinciden, es que el gas produce un deterioro prematuro del motor. En ese sentido, Julio Fernández, un experimentado mecánico, recomienda a sus clientes andar por lo menos dos días a la semana completos con nafta, para cuidar el motor.