Un día, sol; otro, frío, luego viento y con suerte vuelve el sol, todas esas son las condiciones a las que fueron expuestas las plantaciones sanjuaninas en las últimas semanas, cuando lo normal es que una vez que pasa el 21 de septiembre reciban la fuerza del calor de las siestas primaverales. Según explicó Luis Kulichevsky desde el INTA, ese sol es fundamental para definir la calidad que tendrá la producción en la próxima temporada de cosecha y ya se determina que habrá pérdidas, especialmente en la siembra temprana del tomate y en los frutos de carozo. En cuanto a las pérdidas, el presidente de la Cámara de productores de Pocito, José Luis Martín, estimó que se trata de un 20% menos en la cantidad de tomates y una merma de hasta un 30% en la próxima cosecha de frutales.

“Si bien es poca la cantidad de horas frío que han recibido las plantas en invierno, no es una cifra que haya dañado los cultivos”, afirmó Kulichevsky en referencia al bajo registro de horas frío acumuladas en la provincia. Es que hay cultivos que necesitan unas 900 horas de frío y hasta septiembre inclusive se registraron sólo 837 horas, un 7% menos que en el 2014, cuando el termógrafo marcó 903 horas por debajo de los 7 grados centígrados (ver aparte).

“Pero sí se puede confirmar que hay baja carga en los frutales principalmente por vientos Zonda y porque tenemos una primavera muy atípica, porque en una semana se ha tenido tres días con temperaturas distintas”, expresó la fuente del INTA.

Hasta el 20 de octubre, la menor temperatura registrada se trató de 4,5 grados centígrados que se sintieron el 4 de octubre. Por el contrario, la máxima fue el 18 del corriente mes, cuando el termómetro alcanzó los 28,7º. Si bien el año pasado se registró una mínima de 4,9º el 24 de septiembre, las temperaturas comenzaron a repuntar a fin de mes y las mínimas no bajaron de 20 grados en octubre, trayendo el clima cálido más temprano. En el 2013 el frío trajo mayores consecuencias, ya que se produjeron heladas que dañaron gran parte de la producción sanjuanina debido a que todas las mínimas registradas en septiembre daban por debajo de los 6 grados, según registros del INTA, con termómetros a 1,5 metros de altura.

De todas maneras, explicaron que no hace falta que haya una helada para que haga daño, ya que la mezcla de bajas temperaturas junto a los vientos cambiantes también perjudica la flor y da menos frutos. “Principalmente se da en los frutales con carozo, sobre todo en almendros, ciruela y damasco, en los que se puede percibir hasta un 30 % menos de producción”, dijo Martín.

“Ha sido una primavera que no es la más beneficiosa para cualquier tema de fructificación y en algún cultivo como hortaliza le ha costado el tema de trasplante, en el tomate especialmente y las primeras siembras de primavera verano como son melón o zapallo”, expresó Kulichevsky. En referencia al daño que puede ocasionar, desde la Cámara de productores de Pocito calcularon que se pueden tratar de un 20% menos de tomate.

Mientras que en la vid ha sido un invierno bueno, “pero si no empieza a hacer calor se pierde la reserva que tiene el tronco de la cepa y la planta se empieza a debilitar”, contó el presidente de la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés.

“De todas maneras hay que esperar porque al depender del clima no se sabe qué pueda pasar, quizás mejoran los días y se pierde menor producción”, explicó Mario Coraly, desde la Cámara de Frutas y Hortalizas.