‘Tenía 20 años y en vez de pedir que me regalen un pantalón les pedía una batidora’. La frase pinta de cuerpo a Victoria Igualada (29), que desde hace 10 años se inició por hobby en el mundo de la repostería y que hoy la tiene como una de las empresarias más reconocidas del rubro. En la actualidad posee un local donde ocupa a 12 personas. En esta década no paró: la empresa creció, se casó y se recibió de Licenciada en Nutrición.
Arrancó a los 19 vendiendo maicenitas para costear un viaje de estudio y el debut en ‘ligas mayores’ fue en el casamiento de un familiar cuando se encargó de la mesa dulce, momento en que su cabeza hizo ese click que provocó que abrase a ese hobby como una profesión. ‘Siempre me gustó esto. Tal vez al principio era algo que lo hacía de onda para darle una mano a alguien, pero llegó un momento que empecé a cobrar, a hacerme conocida y a crecer’, explicó Victoria. Y agregó, ‘me acuerdo que al principio todo lo que ganaba lo invertía comprando máquinas, herramientas para decoración, de todo’.
En su afán emprendedor, Victoria no estuvo sola y bajo la condición de que siguiera con la carrera, su papá le hizo una cocina en otro sitio de la casa familiar para que ejerza con comodidad su tarea.
Si bien en su local de calle Ig. de la Roza y Ameghino, Capital, la especialidad son las tortas, pero desde hace un tiempo empezó a incorporar viandas y sandwichs. ‘Me hice famosa con las tortas, pero siempre fui de la idea que al cliente hay que escucharlo y ahí empecé a incorporar cosas para satisfacerlos‘.

