La línea eléctrica de alta tensión de 132 KV -que une la Estación Transformadora de Punta de Rieles, en Rivadavia, con la de Cavic, en Capital-, y que alimenta a gran parte del Noroeste sanjuanino quedó ayer por tercera vez en 15 meses fuera de servicio.

Por la mañana dejó sin luz a 77 mil usuarios de 8 departamentos y desde Energía San Juan dijeron que se trató de una “falla fugitiva”, en razón que no lograron precisar aún los motivos que la originó.

Sí sabían que no era una falla técnica, y desde el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) no descartaron un acto vandálico, porque la traza de la línea atraviesa la Costanera, donde es común que allí arrojen elementos a los cables para cortar la energía.

El corte fue abrupto, sin parpadeos en la luz ni microcortes previos, como ocurre habitualmente. Fue un apagón en seco y sorpresivo. Se produjo a las 8.20 y fue restableciéndose paulatinamente, quedando todo operativo alrededor de las 9, precisaron desde la distribuidora.

Esta única línea eléctrica alimenta zonas muy populosas de la provincia: Capital -una parte-, Chimbas, Santa Lucía, Albardón, Angaco, San Martín, Iglesia y Jáchal. Los dos distritos del Norte fueron los últimos en reconectarse al sistema.

No descartan nada. Tanto en Energía San Juan como en el EPRE manejan un abanico de hipótesis y si bien desde el organismo que controla el servicio hablan de posible vandalismo, desde la distribuidora son menos tajantes. Argumentan que “lo más probable” es que algún elemento extraño -hablan de un alambre o cadenas- hayan sido arrojados sobre los cables -están desnudos, no tienen protección o aislante que los proteja- y que ello hubiera provocado una especie de puente eléctrico que fue detectado por los censores y que de inmediato dejaron sin operar a la línea, hasta tanto comprobaron que no se trataba de una rotura en la línea.

Lo único que descartan es el sabotaje. “No hay ningún elemento que nos haga pensar una maniobra de ese tipo”, confió un alto directivo de Energía San Juan. Y agregó, “tiene que quedar bien claro, que no hubo rotura o daño, sino que se trato de “algo” que detectaron los censores y que disparó el mecanismo de corte”.

A prima facie, lo único que los equipos técnicos de la distribuidora de energía detectaron es que la falla se detectó 9 km al Oeste de la estación Cavic (ver detalle en la infografía).

Por su parte, Jorge Rivera Prudencio, titular del EPRE, dijo que “se inició una auditoría para determinar el motivo que derivó en un corte de estas características”. En cuanto a que sea la tercera vez que haya una falla en la misma línea, explicó que “no tenemos elementos para cargar las tintas en que sea una línea problemática, porque se dio en distintos momentos del año los otros cortes. No hay un patrón común”.

¿Hubo reclamos?
El primer chispazo del año entre el titular del EPRE y la distribuidora -pos renovación de la concesión de Energía San Juan- sucedió ayer y justamente a consecuencia de este corte de electricidad. En la distribuidora dijeron ayer que “han sido muy pocos los reclamos, en la gente no causó alarma el corte”.

Pero el propio Rivera Prudencio disparó un tiro por elevación: “¿Qué no hubo reclamos? Lo que pasó fue que la gente que llamó a los teléfonos habilitados por Energía San Juan no pudieron comunicarse, pero que no vengan a decir que nadie se quejó”, chicaneó el funcionario.