Entre las familias que tuvieron la suerte de salir sorteadas para quedarse con su techo propio se pudo encontrar historias muy diferentes. Desde aquella de la pareja que apostó al futuro y unió a los 3 hijos de ella y los 4 de él para convivir, hasta los novios jóvenes que recién comienzan a armar su destino y la familia que dormía amontonada en una pieza perteneciente a una casa prestada y repleta de gente. Sin embargo, ayer todas se vieron unidas por lo mismo: la felicidad de saber que por ser dueños de sus hogares ahora estarán mejor.

Los tuyos y los míos

Después de abrazarse, besarse y llorar, a Alejandra Pittaluga y Guillermo Canto se les pasó la misma pregunta por la cabeza: ¿Cómo harán para repartir a los niños en las dos piezas del departamento que quedan además de la que ocuparán ellos? Pero entre risas ambos coincidieron. "Ya veremos cómo vamos a hacer", dijo ella. Es que, en total, tienen 7 hijos, 3 de ella y 4 de él, que tienen entre 9 y 16 años.
Ellos están juntos desde hace 2 años y hasta el momento vivían en la casa de la madre de la mujer. "Ella todavía no sabe que salimos sorteados, pero seguramente se va a poner muy contenta", aseguró Alejandra.

Un buen comienzo

Con sus 24 años, María Laura Bisgarra se sintió la estudiante más afortunada al ver en la pantalla gigante los números que fueron sorteados y le permitieron quedarse con un departamento. "La verdad, tenía fe. Pero, qué se yo, había tanta gente inscripta", contó la chica que estudia Letras aún abrazada de su madre.

Ella convive con su novio desde hace 4 años, pero viven en la casa de los padre de él. "Sí, vivo con mi suegra", dijo entre risas. Pero aclaró que "ella es muy buena".

Lo único que esperaba la chica era reencontrarse con su novio, Jonatan Pena, quien es chofer de colectivos de larga distancia. Mientras su madre, Estela, ya sueña que, con casa propia, ahora su hija la haga abuela.

Dejar de vivir entre una docena de personas

Fue Juana Soria, la mujer que fue a controlar los números que salían para darle suerte a su nieto Marcelo, quien será el dueño de la casa. Y lloraba mientras contaba que ella misma fue quien le pidió a su hijo -padre de Marcelo- que les prestaran una pieza para quedarse ahí por 4 meses. "Pero ya pasaron 4 años desde que Marcelo, su esposa y sus 4 hijos están ahí. Ahora, por suerte van a poder tener su espacio y así nosotros también vamos a tener más lugar", contó Juana, quien dijo que en la casa de su hijo viven en total 10 personas.

"Ahora quiero encontrar a mi nieto, abrazarlo y desearle toda la suerte para su nueva vida", dijo entre la lágrimas la mujer. Y agregó que "hoy en día es muy difícil alquilar. Ahora van a poder salir adelante sin muchos problemas".