La Nación impuso todo su peso en la negociación que lleva adelante con la autopartista Delphi para preservar los puestos de trabajo de 470 sanjuaninos. En la reunión que ayer mantuvieron 3 ministros (el de Economía, Axel Kicillof; el de Trabajo, Carlos Tomada; y la de Industria, Débora Giorgi) con representantes de la empresa en Argentina y Latinoamérica, se dio a conocer que se obligó a la firma a que transfiera el paquete accionario a alguno de los 2 posibles compradores. La orden o “emplazamiento” (como describe el comunicado oficial) se debe a que Delphi viene asegurando en las audiencias de conciliación obligatoria su intención de vender, pero “está la sensación y hay algunos indicios de que no tienen intenciones de hacerlo”, explicó el ministro de Producción local, Marcelo Alós, quien participó del encuentro.
¿Cuáles son esos indicios? “Comunicar tan sólo 10 días antes que cerraba e importar mazos de cable desde Brasil y no producirlos en San Juan”, enumeró el funcionario. Además, en la planta no hay materias primas, las máquinas son obsoletas y hace meses que no tienen mantenimiento. El kirchnerismo suele ver eso como una maniobra de vaciamiento, lo que de configurarse, puede desencadenar acciones legales. Además, la Nación le exigió a Delphi que garantice que las indemnizaciones para los empleados sean al 100 por ciento, inclusive después de febrero. Esto se debe a que la autopartista había presionado con que si los plazos de negociación se estiraban a marzo, las indemnizaciones iban a ser del 50 por ciento. “Esperemos que en la reunión de mañana (por hoy a las 12, en conciliación obligatoria), la empresa garantice el 100 por ciento de las indemnizaciones, aún después de febrero”, resaltó Alós. En ese contexto, “las autoridades emplazaron para que los posibles continuadores y Delphi Latinoamérica se reúnan en Brasil para definir en el plazo de 48 horas las condiciones de la transferencia accionaria”, resalta el comunicado. Si bien no se fijó una fecha para que empiece a correr ese tiempo de descuento, el ministro de Producción señaló que “esta semana seguro tiene que ser”. Los compradores en danza son 2. Uno es Héctor Méndez, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien estaría asociado con Cristiano Ratazzi, el presidente de Fiat Argentina, que garantizaría que esa automotriz también compre los mazos de cable locales, además de Peugeot, indicaron fuentes calificadas. El otro interesado es Enrique Ruffo, dueño de Cibasa.

