Con motivo del inicio de 2017 y luego de los conflictos laborales y económicos en los que incluso intervino el gobierno, la empresa Electrometalúrgica Andina (EMA), difundió un extenso comunicado en el que se refirió a la crisis que vive e incluso dio detalles sobre los motivos que llevaron al despedido de personal.

 

A continuación, el escrito completo:

 

APOSTAMOS AL FUTURO, ESTA ES NUESTRA VERDAD

 

Cerramos un 2016 increíblemente difícil para nuestra empresa, después de un 2015 aún peor. Y comenzamos un 2017 con la ilusión de una nueva negociación en marcha para obtener las condiciones de competitividad mínimas que necesitamos para funcionar. 

 

Por este motivo, apostamos a que esos contactos entre el gobierno nacional, el gobierno provincial, y nuestra empresa, así como otras instituciones que entienden la situación del sector y nos brindan su apoyo, sean coronados con un buen resultado. 

 

Y aportamos nuestra parte: pusimos en marcha un horno luego de meses de parálisis ocasionada por la incertidumbre en nuestros principales insumos como la energía eléctrica, más las dificultades de competitividad que arrastra todo el sector industrial al que pertenecemos como exportadores y como economía regional, agravado por la falta de carbón de petróleo, insumo imprescindible para la producción de carburo 

 

Creemos que es el momento oportuno para comunicar la situación de nuestra empresa, que nos llevó a tomar decisiones difíciles. Luego de un prudente periodo de silencio para no entorpecer el diálogo y a costo de que esa decisión haya dejado rodar versiones infundadas.

 

-Invertimos mensualmente $9 millones en salarios a nuestros trabajadores. Continuar haciéndolo indefinidamente y sin producir no hace más que empeorar la situación de nuestra empresa de cara al futuro. Hemos sostenido la dotación aún después de estar 6 meses parados en el 2015. 

 

-¿Por qué paramos los hornos? Por la  incertidumbre respecto al costo de nuestro principal insumo, que es la energía eléctrica. El mismo problema que afrontamos durante años, con un trato discriminatorio hacia nosotros por décadas en beneficio de nuestros competidores.

 

-Las pérdidas que venimos acumulando en estos dos últimos años, no son producidas por nuestra empresa. Se originan en el resultado de todas las variables que no manejamos y que repercuten en todo el sector. 

 

-Ellas son: precios bajos en los mercados internacionales por competir con empresas chinas, sudafricanas, brasileras o de Europa del Este que tienen otros costos energéticos, otro costo laboral e impositivo; costos de fletes internos y un tipo de cambio remunerativo. Es decir, no retrasado con respecto a la inflación de nuestros costos internos.

 

-En la misma situación que nosotros, otras empresas en el país y en el rubro Ferroaleaciones, han debido cerrar, mudarse a otro país, o producir drásticos procesos de adaptación a las nuevas reglas.

 

-Ante esto, en el primer semestre del año pasado se anunció las Res. 327 del Gobierno Nacional. Un subsidio del que nunca supimos el monto final. Después de varios trascendidos que iban desde el 70 % del costo de la energía a una cifra fija de $ 50 millones, el monto se definió a final de año y resultó insuficiente: $21 millones. 

 

-Es decir que continuamos trabajando a pérdida durante todo el año, ante la perspectiva de una solución que no fue tal sino que por el contrario agravó la situación.

 

-Por otro lado, estamos desaprovechando la energía que nosotros mismos podemos generar con nuestra central, ahora que las condiciones hídricas lo permiten, después de años de no poder generar por falta de agua.

 

-Ante este escenario, debemos adoptar la dolorosa decisión de recortar una parte de nuestro personal. Que aunque resulte minoritaria, son trabajadores de nuestra compañía y constituyó la fase más difícil en este proceso de adaptación. 

 

-Seguimos manteniendo una planta con más de 200 trabajadores permanentes, más otra importante cantidad de empleo derivado. Invertimos una cifra varias veces millonaria mes a mes para cumplir con nuestras obligaciones, los empleados, el pago de insumos, contratos, impuestos y todo lo que requiere el funcionamiento de la empresa.

 

-Éstas perdidas que la empresa sufrió han sido compensadas con aportes realizados por las accionistas. Por el gran compromiso que tenemos con nuestros empleados, nuestra empresa y nuestra provincia.

 

-Confiamos con que este período de turbulencias será superado. Estas nuevas negociaciones no han culminado aún, y es muy probable que sus resultados se perciban semestre a semestre. Nos explican que será suficiente para favorecer la competitividad de la empresa.  Esperamos operar en condiciones de previsibilidad. 

 

-Nos Inspira como siempre el futuro, tanto en nuestra empresa como en nuestra fuerza de trabajo, nuestros proveedores, nuestros clientes y nuestra querida provincia.

 

A todos ellos agradecemos su comprensión y su confianza.

 

DIRECTORIO ANDINA