Con un fondo de unos $1,5 millones que el Gobierno entregó ayer a 9 municipios y 2 entidades vitivinícolas para comprar equipos de cosecha, los intendentes y las autoridades viñateras aún no definen cómo harán para prestarle a los productores las máquinas que apuntan a reducir el costo de la mano de obra para cosechar uva y, por lo tanto, darle mayor competitividad al sector. El intendente de Sarmiento, Alberto Hensel, dejó planteada una alternativa: hacer un sorteo entre los productores interesados que se acerquen a inscribirse al municipio. La propuesta sonó como una posibilidad, pero la decisión quedará en manos de cada uno de los jefes comunales y cámaras productivas. El convenio que firmó ayer el Ejecutivo provincial tiene como objetivo ayudar a los productores más pequeños a reducir el impacto de los costos laborales, que en la producción vitivinícola ronda entre el 60 y el 80 por ciento de los gastos, según el cultivo y modelo de manejo de fincas. Además, el sistema fue presentado como estrategia ante la escasez de cosechadores que se agudiza año a año. Por eso, el Gobierno dispuso de un aporte para que los municipios y entidades vitivinícolas (ver aparte) compren un total de 15 equipos de bines, carros cosecheros y autoelevadores, con la idea de que luego se los presten a los productores. En ese contexto surgió la alternativa de Hensel de hacer un sorteo entre los viñateros para ver quién utilizará las máquinas, pero que aún no está definida. Otro punto que tampoco está resuelto es cómo se le pagará al cosechador, ya que antes era por gamela y ahora dejarán la uva en el bins o en el carro cosechero. En ese sentido, Alejandro Pons, de la Federación de Viñateros, explicó que se exigirá que el bins esté completo y sobre eso se hará el prorrateo entre los cosechadores que los llenaron.