El fiscal Eduardo Martearena imputó en Mendoza al jefe de asesores del gobernador Celso Jaque, el sanjuanino Raúl "Perruco" Leiva, por fraude al Estado en el otorgamiento del subsidio de 315 mil pesos para la presentación de los Fabulosos Cadillacs. Leiva se convierte así en el segundo funcionario de Jaque vinculado formalmente a la causa, luego de que el martes pasado, Martearena determinara la imputación del secretario de Turismo, Luis Böhm, firmante del controvertido pago.

"Perruco" se había presentado espontáneamente el 31 de julio pasado ante la comisión investigadora en la Legislatura y defendió la decisión política de otorgar la abultada suma a la productora Off Side para la realización del show privado que la banda dio en febrero en Talleres. "Fue una decisión consensuada por todo el gabinete", dijo entonces.

El propio gobernador Jaque salió ayer a defender a su equipo, asumiendo la responsabilidad de la decisión tomada: "Yo firmé y por ende convalido lo actuado. Es decisión del gobernador", dijo ayer Jaque, ante las medidas que está tomando el fiscal Martearena. En tanto, del lado de la productora hay otros seis imputados.

"Ya me presenté para contar todo lo que yo conozco de estas actuaciones, de esta contratación que llevó a cabo el Estado, que obedece a la política cultural y de turismo que tiene la provincia. Apoyar este tipo de eventos, que de alguna manera son un icono por la trascendencia que tienen y por la importancia de los conjuntos que intervienen, es necesario", aseguró ayer en Mendoza el imputado Leiva. Participó en la toma de la decisión y fue él quien el 17 de febrero llamó al secretario de Turismo Böhm, para pedirle que esa área pusiera el dinero para la contratación porque era la única de las involucradas con fondos suficientes. Esto lo contó el jueves el propio Böhm.

Leiva reconoció que formó parte del ámbito en que se tomó la decisión de contratar a los Cadillacs y aclaró que sin el aporte de los 315.000 pesos por parte de la Provincia era imposible realizar el evento, ya que el valor de las entradas era ostensiblemente menor al que se venía cobrando en otros lugares.