Estados Unidos, 21 de agosto.- Como era previsible, la audiencia convocada de urgencia por el juez Thomas Griesa arrancó con un pedido de los fondos buitre para declarar en "desacato" a la Argentina, tras la presentación del proyecto del ley que cambia el domicilio de pago de la deuda.

Según informó la agencia internacional Reuters, el abogado que patrocina a los holdouts, Robert Cohen, pidió la palabra al comenzar la reunión y solicitó la aplicación de sanciones económicas contra el país. Aseguró que la propuesta para cambiar la jurisdicción busca "evadir" orden emitida por la Corte del Segundo Distrito Sur de Nueva York.

En su primera intervención, Griesa confesó estar "consternado" por que el Gobierno no haya consultado a sus abogados del estudio Cleary Gotlieb Steen & Hamilton (CGS&H) sobre la iniciativa y sus posibles consecuencias. "La Argentina ha tomado una posición ilegal", declaró el magistrado.

En línea con los buitres, Griesa calificó al plan de la Casa Rosada como "ilegal" y "violatorio de la orden" judicial que él mismo impartió, que se resume en pargar poco más de u$s 1.500 millones a los bonistas no reestructurados.

Los fondos Aurelius y NML Capital fuero quienes solicitaron la audiencia por considerar que la decisión de impulsar el proyecto en el Congreso para pagar bonos fuera de Estados Unidos, constituye un cuestionamiento a la autoridad judicial. En pocas palabras, los buitres lo consideraron como una "grave afrenta" a la resolución del juez.

En el mercado financiero local e incluso en el premarket de Wall Street especulaban con que Griesa podría declarar en "desacato" a la Argentina, aunque no estaban claros cuáles serían las implicancias para el país de un fallo de esas características. De la reunión, no participarán autoridades gubernamentales.