Tras dos muertes de crianceros chilenos en territorio argentino, cuando por segundo año consecutivo está prohibida la posibilidad de que traigan su ganado a pastar en la zona cordillerana, el ministro de Gobierno, Alberto Hensel, dijo ayer que habrá "un planteo formal" ante el Gobierno de la IV Región para que cese esa actividad. "No se está cumpliendo con lo que formalmente se había acordado", sostuvo el funcionario. Frente a la situación, Galo Luna Penna, delegado presidencial de la Provincia de Limarí, en el vecino país, donde vivía el arriero, dio a conocer que se van a ocupar de la situación de los crianceros "con medidas contundentes para apoyarlos".

Después de caer de su mula el jueves pasado por la noche y de ser arrastrado por el animal sufriendo serias lesiones, murió el arriero Daniel Javier Flores Núñez, a un kilómetro y medio aproximadamente del límite internacional, en territorio argentino, según consignó el diario El Día, de la Región de Coquimbo. Se trata de la segunda muerte este año, después de la de Luis Elgueda, de 62 años, quien perdió la vida el 17 de febrero pasado tras complicaciones de salud derivadas de una hernia, mientras se encontraba pastoreando en los valles calingastinos. Ambos estaban realizando una actividad que se conoce como veranadas, en la que el ganado chileno viene a pastar a los valles calingastinos con el pago de un canon. Pero este año, por segunda vez consecutiva, quedó suspendida. La decisión fue tomada por la Comisión Técnica de Veranadas por la crisis hídrica y para que se recuperen las pasturas naturales. Y fue comunicada al Gobierno del vecino país, pero igual los crianceros trajeron sus animales a la zona.

La situación ya había sido advertida en diciembre del año pasado por el intendente de Calingasta, Jorge Castañeda, quien había constatado que había una importante presencia de ganado chileno, que por aquel entonces estimó en unas 20.000 cabezas, sobre todo caprinos.

El delegado Luna Penna, quien acaba de asumir en el puesto tras el recambio presidencial, dijo que "vamos a activar todos los mecanismos que nos permite la Ley de catástrofes, que está vigente por la escasez hídrica". Mencionó la intención de apoyar con pasturas para evitar que los pequeños ganaderos chilenos tengan que trasladarse a territorio argentino para alimentar a sus animales. "Vamos a esperar la comunicación, pero debemos ser cautos, porque hay muy buena relación con el Gobierno de San Juan", dijo el funcionario.

Mientras tanto, con intervención de la Justicia sanjuanina, y tras bajar el cuerpo de la cordillera con participación de Gendarmería, el Grupo Geras, personal policial de Barreal y del fiscal Nicolás Schiattino, se le practicó la autopsia al arriero y se confirmó su muerte por las heridas sufridas. Ahora será repatriado a su país.

 

  • Una actividad ancestral

Las veranadas constituyen una actividad que viene desde hace muchos años, en la que los crianceros, sobre todo caprinos de la Cuarta Región de Chile, cruzan a territorio argentino, en el caso de la provincia a los Altos Valles de Calingasta, para que sus animales pasten en temporada estival en la cordillera argentina.

Esta práctica la realizan los crianceros desde hace más de 300 años. Las veranadas que se desarrollan en estas praderas alimentan una gran cantidad de ganado, principalmente caprinos, en temporada estival, cuando en los sectores costeros y de media montaña de la región de Coquimbo cesa la productividad de las praderas naturales.

La actividad quedó regulada a partir del 2014. Incluye el pago de un canon por cabeza de ganado que ingresa a los valles calingastinos y bajo la supervisión de efectivos de la Gendarmería Nacional y con el control del Senasa, para verificar la situación sanitaria de los animales.