La versión, cada vez más consistente, de que el Gobierno nacional hará una modificación en la ley de impuestos internos y establecería un gravamen a las bebidas alcohólicas que podría incluir al vino hizo que ayer viñateros y bodegueros, además del Gobierno provincial, cerraran filas en contra de esa medida. Todos los referentes coincidieron en que la aplicación de más tributos provocará aumentos de precios, profundizará la caída del consumo que ya viene en picada, y deprimirá el valor de la materia prima afectando al eslabón más débil de la cadena que son los productores. Por eso anticipan que se movilizarán a Buenos Aires, a hablar con las autoridades nacionales y con los legisladores, para tratar de revertir la medida en caso de que se produzca.

Ayer el presidente Macri anunció que se pone en marcha la reforma impositiva (ver página 10) y hoy empezarán a conocerse detalles, pero todo el sector habla de que circula un borrador donde existe la aplicación de gravámenes a las bebidas azucaradas y a las con contenido de alcohol, de hasta el 20%. Se teme también que no se prorrogue la eximición del impuesto al champán (ver aparte) que vence a fin de año.

El ministro de Producción, Andrés Díaz Cano, se mostró preocupado y anticipó que de producirse esa reforma, la provincia no se quedará de brazos cruzados: "Vamos a ir en conjunto con las cámaras y entidades vitivinícolas a hablar con la Nación", aseguró y agregó que lo que se propondrá es que se busquen alternativas para aumentar el consumo en las provincias en lugar de incrementar el peso tributario que le impactará, además de alentar al sector vitivinícola a bajar la graduación alcohólica.

Incluso en septiembre el propio Díaz Cano anunció que se destinarán 3,5 millones de pesos en forma de subsidios, para que las bodegas adquieran equipos para reducir el grado de los caldos.

"Si ponen 20% de impuesto se cae toda la industria. No vamos a aceptar ni siquiera un 1% de gravamen porque eso significará matarlo al elaborador, al trasladista y al productor", dijo enérgico, Angel Leotta, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Supuso que al cargar un porcentaje extra implicará que se le pague menos a los eslabones de la cadena y que se aumentará el precio al consumidor, lo que hará caer más el consumo. El también titular de la entidad de bodegueros trasladistas dijo que la Coviar tendrá que "instalarse" en Buenos Aires e impulsar un debate en la cámara de diputados y senadores por donde vaya a pasar el anteproyecto para explicar que el vino es un alimento e involucra el trabajo de familias enteras, de inversiones bodegueras y de tradición de las economías regionales. En ese sentido, el senador Roberto Basualdo, titular de la Comisión de Economías regionales, anticipó que "no está de acuerdo con todo impuesto que atente contra la producción", pero instó a esperar que se conozca el proyecto y sus alcances.

La Nación eximió por este año a las bodegas del impuesto al champán, algo que sucede desde 2005.

Horacio Ripalta, desde la Cámara de Bodegueros, dijo que en cada gobierno nuevo surgen iniciativas de demonizar algunas industrias, y coincidió con Leotta en ir a pelearla a Buenos Aires "porque hay una parva de legisladores nuevos que no entienden las economías regionales".

El sector viñatero también se sumó a las criticas. El titular de la Asociación de Viñateros, Juan José Ramos, dijo que los productores estaban esperando una reducción de la carga impositiva para mejorar la competitividad vitivinícola" y no esto que terminará reduciendo los precios que se pagan al productor y subiendo los del consumidor". Eduardo Garcés, presidente de la Federación de Viñateros, calificó de "malísima" la iniciativa para el sector y sostuvo que de producirse "nos van a terminar de matar". Ambos referentes coincidieron en movilizarse a la Nación para expresar el rechazo.

 

Lo que trascendió

 

1. Dicen que en la reforma impositiva que prepara el Gobierno se elevará del 8% actual al 20% el impuesto a las gaseosas azucaradas.

 

2. Lo mismo pasaría con espumantes, que hoy están exceptuados de pagar 12,7% de impuesto pero eso no se prorrogará y hablan de elevarlo al 20%.

 

3. Los vinos por fuera del espumante no tienen hoy impuesto, pero pasarían al 20%. A esa tasa subiría también la cerveza que hoy paga 8%.