Las exportaciones sanjuaninas que pasan por la Aduana provincial registraron un llamativo índice en el último mes, que si bien no es preocupante resulta al menos inesperado: desde enero a mayo de este año, se había dado una fuerte tendencia alcista en los valores interanuales, pero en junio se frenó y cayó un 22%. Fue por la baja que hubo en los envíos de oro -el producto que más incide en el total- y el vino. También acompañó el declive la continua baja que vienen teniendo los envíos de mosto de uva.

Aseguran que la caída "es normal" y esperada en el caso del oro, porque según explicó el titular de la Aduana local, Juan Carlos Benítez, responde a una cuestión "netamente técnica al momento de calcular los envíos de este mineral al exterior y la forma de liquidación que tiene". Es decir, lo que comúnmente se hace público como "exportaciones de oro", en realidad se trata de "Bullón Dorado", que es un lingote que contiene más del 50% de metales preciosos, en donde prácticamente la mitad es oro y otro gran porcentaje es plata. Cuando el lingote pasa por cualquier Aduana son tomados en un principio como "valores provisorios" a la espera de las liquidaciones definitivas -según contempla la Resolución Nº 218/98 de la Administración Federal de Ingresos Públicos en su artículo 2, del año 1998- que surgen de los análisis de laboratorio sobre todo el detalle de los componentes del lingote. Es por eso -según explicaron- que la baja se debe a que en el mes de junio se recibieron menos liquidaciones definitivas que lo habitual, sin que esto signifique una baja real en los niveles de producción que tiene por ejemplo la mina Veladero y la jachallera Gualcamayo, principales aportantes del metal precioso, precisaron. Si bien la baja puede resultar llamativa, principalmente porque el ritmo de suba es abrumador este año, y ya alcanza un acumulado positivo de crecimiento del 149%; dicen que es habitual que el sexto mes del año se acentúen las caídas.

El otro ítem que mostró una caída significativa en el último mes, si se compara con junio del 2009, es el vino -cayó 36,5%- y aquí las razones para explicar el fenómeno son más claras y hasta recurrentes si se sigue con atención la evolución y problemas que evidenció la industria vitivinícola este año.

Según explicó el titular de la Cámara Vitivinícola de San Juan, Angel Leotta, las contundentes estadísticas se debieron a que en el primer semestre del año la provincia de San Juan no tuvo volúmenes importantes para enviar al exterior, atado esto a la poca uva que hubo en los parrales a consecuencia -entre otras cosas- de algunos desastres climáticos que pusieron en jaque los rindes en las viñas. El escenario que explica la caída en la exportaciones de vino es calcado al del mosto de uva -otro que también bajó 10,4%-, porque la poca uva que había la vendieron los productores para hacer vino -los precios eran claramente más atractivos- y sólo una parte fue destinada a jugo de uva, ayudado por el aporte que hizo el Gobierno provincial para subsidiar con 0,15 centavos por kilo a los productores que volcaran su producción para elaboración de mosto. Pero el mosto ya venía evidenciando síntomas desalentadores, en donde cada vez menos volúmenes se exportaban y la ecuación económica para los elaboradores empezaba a mostrar algunas grietas, que incluso hizo dar un paso al costado a muchos empresarios.

Otro de los productos de base agrícola que se precipitó en junio -aunque en los números globales son insignificantes su aporte- es el tomate en seco, que arrastró una pérdida interanual de 10,4%.