Las bajas precipitaciones anuales, el menor volumen de agua que trae el río, la falta de humedad, y los daños socioeconómicos al agro, sumados a la persistencia de la fase seca que transita su cuarto ciclo y el aumento de la temperatura media en el tiempo han provocado una "sequía perfecta" en San Juan, en opinión del geocientífico Silvio Pastore. El experto alertó que se está produciendo una conjunción de factores que "nunca se habían registrado en la comunidad moderna", y advierte que todo indica que va a ir empeorando. Entre los datos del sombrío panorama se conoció que las reservas de los diques sanjuaninos han bajado 73% desde el 2017, cuando tenían 1.300 hm3 de agua acumulados, hasta agosto de este año donde sólo cuentan con 350 hm3. Del mismo modo, el caudal del río San Juan, que en el 2017 era de 36 m3/s, cayó a la mitad y este mes es de 18 m3/s (ver infografía). La presentación del especialista formó parte del "Conversatorio sobre la crisis hídrica" que organizó ayer en forma virtual la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, de la Universidad Católica de Cuyo, donde participaron referentes del gobierno, expertos en clima, el INTA, las universidades y la producción.

El río San Juan trae 50% menos volumen de agua que en 2017.

Pastore es una palabra autorizada en el tema. Coordina el Gabinete de geocriología, glaciología, nivología y cambio climático de la Universidad Nacional de San Juan; y también participó en el inventario de glaciares de la cuenca del río San Juan. Es profesor titular de cátedra, y consultor geocientifico con más de 20 años de experiencia en proyectos de alta cordillera. A su juicio, los estragos que está causando la sequía vinieron a quedarse por largo tiempo, lo que requiere que autoridades y expertos se ocupen del tema. Habló de que San Juan está en crisis porque se han dado en forma conjunta cuatro tipos de sequía: la meteorológica, la hidrológica, la agrícola y la socioeconómica. La sequía meteorológica revela que las precipitaciones anuales en el último trimestre mayo, junio y Julio de 2021, respecto al 2020 han disminuido un promedio de 10 mm. "Respecto a la cantidad de nieve en los Andes centrales se ve que a partir del año 2017 hay una disminución muy marcada", y añadió que ""difícilmente" se alcance la recuperación de precipitaciones y reservas de agua del 2016 luego de la última sequía. ""La diferencia entre la sequía del 2014 y 2015 con la actual es la continuidad en el tiempo. Llevamos cuatro ciclos anuales hidrológicos por debajo de la media, lo que ha llevado a nuestro sistema a un punto crítico", indicó. La provincia y Cuyo también atraviesan una crisis hídrica agrícola debido a la falta de humedad suficiente en el suelo que permita el normal desarrollo de un determinado cultivo en cualquiera de sus fases de crecimiento, dijo. A su vez, la crisis hidrológica surge de la merma de caudal o volumen de agua superficial o subterránea en ríos y embalses. En este punto expuso las mermas de volumen de las represas, y del caudal del río mencionados al principio de esta nota. Por último, también aseguró que hay crisis hídrica socioeconómica, por el daño a la población o zonas afectadas que causa la disminución de la disponibilidad de agua. Este año el departamento de Hidráulica tuvo que lidiar largo tiempo con regantes y productores y se terminó determinando que habrá más días de corte de agua de riego y la cantidad va a ser menor.

Junto al aumento de la temperaturas y lo prolongado del ciclo seco, Pastore concluyó que se encendió la luz roja. ""Los modelos están mostrando que las precipitaciones en la cordillera hacia fines de siglo van a seguir disminuyendo, y lo que estamos viendo hasta la fecha es que esa disminución es superior a los modelos presentados", dijo. La buena noticia es que en el monitoreo de las cuencas superficiales se detectó que pese a la disminución, la calidad de agua se ha mantenido. No se ha hecho aún el mismo estudio en aguas subterráneas.

 

 

  • Medidas y obras de Hidráulica

El director de Hidráulica, Oscar Coria, presentó datos estadísticos del comportamiento errático que ha tenido el río San Juan en su historia, y pronosticó que aún quedan dos años más de sequía hasta que vuelva a recuperarse. Entre las acciones que su repartición tomó para mitigar la crisis dijo que trabaja para promulgar la Ley de Sequía, ya se logró la de emergencia hídrica e insistió en reforzar el cuidado del agua. Mencionó el acuerdo logrado con regantes para la distribución de agua de riego, y agregó que se ha finalizado el equipamiento y puesta en funcionamiento de 34 perforaciones existentes. Las obras en ejecución implican mondas de invierno, limpieza de canales, impermeabilización de canales en Sarmiento, optimización de la red de riego en Iglesia, Jáchal y en las compuertas del dique Ignacio de la Roza. También el reacondicionamiento y equipamiento de 50 perforaciones existentes y la ejecución de 44 nuevas perforaciones en conjunto con el Ministerio de Producción.

 

El encuentro

En la apertura del debate de ayer estuvieron Leonardo Saball, decano de la facultad de Ciencias Económicas, y el Arzobispo de San Juan, Jorge Lozano, además del secretario de Medio Ambiente, Raúl Tello. Luego, además de las exposiciones de Pastore y Coria, se escuchó a la titular del INTA, Mónica Ruiz, a los productores Eduardo Garcés y Pablo Martín. También hubo conferencias sobre sequía en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, en Mendoza y en Chile, y el gobierno presentó la oferta de créditos para optimizar el riego.