Cuando va quedando muy poca uva en los parrales y está llegando a su fin la vendimia, los números que manejan los productores anticipan que en San Juan se van a cosechar unos 350 millones de kilos de uva, casi un 25% menos que los 470 millones de kilos del 2022. Será la cosecha más baja en al menos 63 años, contando que hay cifras disponibles del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) desde 1960 (ver infografía).

Entre las razones de este fenómeno hay una conjunción de factores, pero sobre todo los problemas climáticos, con heladas tardías, granizo y la peor ola de calor que se recuerde en los últimos años. Y sin olvidar la crisis hídrica, que no les permitió a muchos productores regar las vides como era necesario. Además, en el marco de la crisis económica, tampoco muchos viñateros pudieron hacer las labores culturales necesarias en los parrales.

Según los números del INV, hasta el domingo 19 de marzo en San Juan se había cosechado casi 317 millones de kilos, casi un 78% menos de lo que había anticipado el organismo, unos 404,5 millones de kilos. En el caso de Mendoza, la principal provincia productora del país, se llevaban recolectados poco más de 652 millones de kilos, un 64% menos de lo que preveía el INV, unos 1.014 millones de kilos.

Con lo que queda en los parrales, los productores estimas que en San Juan se van a llegar a los 350 millones de kilos y que será muy difícil superar esa cifra.

"Estamos frente a la cosecha más baja de la historia", dijo Eduardo Garcés, titular de la Federación de Viñateros de San Juan.

Juan José Ramos, desde la Asociación de Viñateros Independientes, atribuyó el fenómeno "a la falta de rentabilidad del viñatero" y que por eso se le dificulta hacer los cuidados necesarios de los parrales.

Pablo Martín, desde la Mesa Vitícola, dijo que "la merma será superior a la que había estimado el INV".

El organismo había calculado en febrero pasado 404 millones de kilos, un 14% menos que los 470 millones de kilos del año pasado. Pero en el sector hablan de que el INV se quedó cortó porque la caída será superior, del orden del 25%.

"Desde la Mesa estimamos que la merma será superior", sostuvo Martín.

En el caso de San Juan, la caída será pronunciada, la peor de los últimos 10 años y lejos de los 720 millones de kilos del 2013, la mejor en ese período, o de los 714 millones de kilos del 2018. Para encontrar otra vendimia pobre, similar a la del 2022, hay que remontarse al 2020 con 490 millones de kilos.

Lo que se lamentan los productores es que, aun cuando la cosecha será muy baja, no se ha traducido en un crecimiento de los precios del kilo de uva. En el sector pretendían entre 110 a 115 pesos por el kilo de uva, pero en la práctica por la uva cereza se ha pagado entre 85 a 90 pesos en cuotas. Y para llegar a los 100 pesos las operaciones se han pactado en 5 cuotas a partir de mayo. Y sin la actualización por inflación, que era la ambición del sector productivo.

Como si fuera poco, la semana que finalizó cerró la paritaria vitivinícola, con lo cual el personal de viñas y bodegas tendrá un incremento, por tramos, que ascenderá al 73% hasta febrero del año próximo. En la práctica, un trabajador de bodega llegará con el aumento a percibir un básico de $146.550, mientras que uno de viña tendrá un haber de $139.223, ambas cifras sin descuentos. Un tema más para sumar a la preocupación de los viñateros.

 

  • Situación en la provincia

Según datos del INV, San Juan posee 43.595 ha de vid distribuidas en 4.583 viñedos. El 71% de la superficie corresponde a variedades aptas para elaboración de vino y/o mosto y el restante 29% son variedades con otra aptitud, consumo en fresco y/o pasas. Del total de 30.856 ha de vid para elaboración hay un 38% de tintas, 26% blancas y 27% rosadas.

Si bien hay una disminución del 7,7% en la superficie cultivada respecto al año 2010 (año del último censo), se observa que esa merma ocurre en las variedades aptas para elaboración (-9,2%) mientras que las uvas con otra aptitud aumentaron 0,3% desde 2010.

La mayor merma de superficie ocurrió en las variedades blancas (-22%). Las rosadas disminuyeron 5,7% y las tintas 1,7%.

La variedad más cultivada en San Juan es Cereza, que concentra el 24% del total de la provincia con sus 10.482 ha. Le siguen Flame Seedless (10,8%), Malbec (6,7%) y Syrah (5,3%).

La variación de superficie en los últimos años indica que la variedad que más ha crecido es Flame Seedless, seguida por Fiesta.

De las 5 variedades que aumentaron su superficie respecto al año 2010, hay 3 con aptitud para pasas y/o consumo en fresco y 2 aptas para elaboración.

Las variedades que más disminuyeron superficie desde 2010 son Superior Seedless y Syrah.

San Juan es la provincia argentina que más diversifica en producción de vino, mosto, uva para consumo en fresco y la elaboración de pasas.

En la provincia hay un total de 158 bodegas inscriptas y 7 fábricas de mosto. En 2022 elaboraron 103 establecimientos. También hay inscriptas 7 fábricas de espumoso.