La vitivinicultura este año viene siendo golpeada por el mal clima económico y político, las peleas por los precios entre viñateros y bodegueros y las secuelas del sobrestock de años anteriores. Pero en contraposición de ese escenario adverso, la calidad del vino que los enólogos sanjuaninos han obtenido este año ha logrado permanecer ajena a esos conflictos.
Los vinos logrados esta temporada mantuvieron la misma calidad del año pasado, al ser calificados como "Muy Buenos" por el panel técnico de la Universidad Católica de Cuyo (UCC), la entidad que en el marco de la Evisan y con el apoyo del Ministerio de Producción, desde hace 23 años evalúa las cosechas mediante análisis sensorial, con el fin de dar a conocer las cualidades de los vinos sanjuaninos y brindar un aporte positivo a la industria vitivinícola.
Bajo esa categoría de Muy Buenos la "añada" como se denomina a la elaboración de cada cosecha de uvas, ha sido puntuada entre 87 y 92 puntos, es decir, entre las mejores, según anticiparon ayer los organizadores del evento que tendrá el broche de oro el próximo viernes.
Ese día se degustarán los diez mejores vinos logrados en esta cosecha y se conocerá la evaluación completa de los técnicos de la totalidad de muestras presentadas por las bodegas, con detalles más minuciosos acerca de si son mejores los tintos que los blancos, o que valles sanjuaninos son los que esta vez prodigaron los mejores racimos a las bodegas.
Justamente este año el hilo conductor de la XXIII Evisan es "Conociendo los valles sanjuaninos", adelantó Laura Serafino, coordinadora del evento.
Desde la edición 2010 de esta evaluación se decidió consignar en el informe final las medianas de los puntajes según la zona geográfica de procedencia, con el objetivo de profundizar sobre el origen y caracterización de los vinos, teniendo en cuenta que el terroir es un dato clave para su trazabilidad. En la Evisan se considerarán los valles o zonas de características particulares de San Juan: Tulum, Ullum, Zonda, Pedernal, Cañada Honda, Huanacache, Pozo de los Algarrobos y Tamberías.
Otro anticipo es que se han degustado 100 muestras, provenientes de 25 bodegas. Es un nivel de participación similar al del año pasado que tuvo 102 muestras y 27 bodegas. Del total presentado, los técnicos han evaluado un 63% de tintos, un 33,7% de blancos y un 3,3 % de rosados. En el 2018 los tintos tuvieron un 78% de participación, los blancos un 18,6% y los rosados, un 2,94%.
Las evaluaciones de Evisan se realizan a través de análisis sensoriales a cargo de un panel de profesionales pertenecientes al Consejo y el Centro de Enólogos de San Juan y a la UCC, coordinados por Serafino y por Valeria Botella. Esta edición contará con invitados especiales para la mesa de degustadores que vienen de otras provincias o representan a instituciones relacionadas con el sector como el INTA: son Maximiliano Batistella, Julio Ocampo, Silvia Corti, Vicente Garzia, Myriam Perez, Gerardo Danitz, Jorge Chepilla, Daniel Ekkert y Marcelo Bernal.
Es una evaluación, no un concurso
Tal como lo indica su nombre, Evisan es una instancia de evaluación y no un concurso de vinos, por lo que no se entregan premios sino que se informa la valoración de las muestras. No se comunican puntajes sino el rango en el que se encuentra la añada y cada una de las muestras: de 93-100 (Excelente), 87-92 (Muy bueno), 81-86 (Bueno), 73-80 (Regular) y Menor a 73 (Malo).
De qué se trata
Cómo se hace
A través de una disciplina científica como es el Análisis Sensorial se llega a conocer el comportamiento de la vendimia y calidad de vinos que el consumidor encontrará en las góndolas.
Puntajes
La calificación se logra por el Sistema de Información Web de Evaluación de Vinos, tras procesar los datos obtenidos del trabajo de un panel de evaluadores entrenados en catas.