La decisión del juez Pablo Oritja de levantar la suspensión del uso de cianuro de la mina Veladero, que tiene frenado el proceso de producción de oro, es inminente. La empresa Barrick pidió que quede sin efecto la cautelar debido a que, según comunicaron a la Justicia, cumplieron con todas las obras de mejoras en el valle de lixiviación que había ordenado el magistrado para garantizar que el área sea segura y que no haya otro derrame de solución cianurada.

En ese marco, el titular del Juzgado de Jáchal está analizando las inspecciones que realizó la Policía Minera para constatar si se hicieron las tareas. Fuentes confiables dijeron que se ha verificado que la compañía está realizando los trabajos y la resolución judicial estaría lista en las próximas horas.

El planteo de Barrick apunta a retomar las actividades en el yacimiento, ya que si bien luego del derrame continuaron extrayendo y triturando roca, no hay generación de lingotes de oro debido a que está paralizado un proceso clave como el de cianuración, donde se separa el oro y la plata de la roca estéril. Para la compañía el parate significa una pérdida millonaria, aseguró una fuente vinculada al caso.

Ayer Barrick dio a conocer un nuevo comunicado en el que resaltaron que el derrame se produjo por la rotura de una válvula de una cañería que trasladaba solución cianurada. Aseguraron que la falla fue aproximadamente a las 20 del sábado 12 y "que el sistema de adición de cianuro se encontraba detenido desde las 5.05 del domingo 13 y no volvió a ponerse en marcha desde entonces"

Además, remarcaron que la pérdida fue de 1.072.000 litros de solución cianurada, casi 5 veces más de los que habían informado en un principio.

Al parecer, el daño de la válvula se produjo por congelamiento y durante la inspección ocular que llevó a cabo el juez, se constató que se la cambió por una nueva y se la recubrió con una malla de calefacción, al igual que a otras 5. Sin embargo, el perito Daniel Cabrera, ingeniero y especialista en plantas mineras, le había marcado a Oritja que no era seguro el sistema de lixiviación, había sugerido que se colocara la protección a todas las válvulas y que la empresa presentara "un plan de seguimiento de las mismas".

Barrick comunicó a la Justicia que las 26 válvulas en las cañerías que llevan solución cianurada fueron recubiertas con la malla especial, que ya se levantó el talud sobre el costado del camino del área afectada (que se desmoronó tras el derrame), que se estabilizaron las tuberías con bloques de cemento y que se realizarán inspecciones 3 veces por día. Todo eso es lo que el magistrado está estudiando con las inspecciones de la Policía Minera.

El juez además lleva adelante la investigación por contaminación de aguas. Ayer declararon 3 supervisores y hoy darán sus versiones otros 2 testigos. Tras la rotura de la válvula, la solución cianurada terminó desembocando en el río Potrerillos. El derrame en el cauce de agua se produjo porque una compuerta que debía estar cerrada se encontraba abierta, por lo que el juez investiga una negligencia en ese manejo.

Por otro lado, luego de una denuncia de abogados de la Patagonia, el fiscal federal porteño, Ramiro González, pidió que se investigue al secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, al de Medio Ambiente, Sergio Lorusso; al secretario de Ambiente local, Raúl Tello, y a directivos de Barrick. En cuanto a la denuncia de 2 abogados contra el gobernador José Luis Gioja y el ministro de Minería, Felipe Saavedra, la fiscal Teresa Ravetti la desestimó. Fuentes judiciales indicaron que "del relato de los denunciantes surge que debe ser archivada".