Otro proyecto vitivinícola prometedor viene tomando vuelo en el Valle de Zonda y planea abrir sus puertas dentro de tres meses. Se trata de la bodega que construye Ezequiel Ezkenazi en la finca La Ciénaga, donde va a elaborar vinos Xumek, provenientes de 54 hectáreas de uvas de su emprendimiento personal en uno de los prestigiosos valles sanjuaninos. Xumek -que significa Sol en lengua originaria huarpe- es un emprendimiento que lleva unos 20 años desarrollando vinos de calidad en un terroir de altura, a 1,470 msnm, pero carecía de bodega propia.
Hace seis meses el sueño de una bodega boutique en la ladera del cerro comenzó a hacerse realidad: con una inversión de U$S 2 millones se está construyendo la primera etapa de 800 m2 de la futura bodega que permitirá elaborar 150 mil litros de vino. Esta primera parte consiste en una nave muy alta, hecha con paneles, y con cava propia ubicada en un terreno de 56 hectáreas, a 3,5 kilómetros de la ruta provincial de Zonda. Todo eso se completará en el futuro con otra construcción de material. A 26 kilómetros hacia las sierras se encuentran 54 hectáreas de viñedos de La Ciénaga, de las cuales el 90% son de uva Malbec. "Con esa primera etapa de la bodega queremos llegar a marzo y poder elaborar allí la próxima cosecha", dijo Rodolfo García, gerente de Producción de la finca. La Ciénaga se encuentra en la misma línea que el Valle del Pedernal, que está más al norte, pero protegido de las heladas por la cordillera. El proyecto planea procesar toda la uva de los viñedos propios, que se estima rondarán los 800/850 mil kilos, provenientes de las 50 hectáreas que ya están en producción. En la misma zona, subiendo hacia la Sierra de las Cuchillas; se han plantado el año pasado microparcelas de 2 uvas blancas, Pinot Noir y Chardonnay; y 3 tintas, Cabernet Franc, Syrah y Malbec, a 1.530 msnm. Se riegan por un sistema de goteo, con agua proveniente de dos lagunas que bombean alimentadas con energía de paneles solares. Una novedad allí es la plantación de poquitas hectáreas de Malbec en forma de vaso, como se hace en algunas zonas de España, en un monte virgen, rodeados por la vegetación natural de la zona de jarilla, retamos y cactus. "Queremos averiguar si la vegetación natural le aporta algo diferente al vino, respecto a los terrenos "preparados"", señaló García.
El proyecto será muy particular y rodeado de arte, además de contar con un restaurante, lo que lo convertirá en un circuito diferente para el turismo en la Ruta del Vino de San Juan compuesta por 24 bodegas distribuidas en los distintos valles vitivinícolas. Los primeros trabajos de la construcción de la bodega comenzaron hace seis meses, diseñada por los ingenieros y arquitectos del Estudio Bormida, que viene ejecutando en los últimos años las principales bodegas mendocinas. Como se usa ahora, el proyecto deja de lado las piletas de acero inoxidable, y se vuelca al hormigón: contendrá "mates" o vasijas de cemento, que se asemejan a unos cuadrados con forma de "ese", y que producen micro-oxigenación muy buena para elaborar vinos de calidad. Se eligió esa forma de vasija en reemplazo de los "huevitos" de cemento, por ser más seguros en zonas con riesgo sísmico, explicó García. También tendrá algunas barricas. En la zona existe una construcción de material, a la vera de una laguna donde funcionará un restaurante que estará a cargo de Miguel Martín. El proyecto se completa con una cava, recostada contra el cerro y alejada de la bodega, que aguarda la terminación de una puerta especial que realizan artesanos.
El emprendimiento
56 hectáreas tiene la zona donde se emplaza la nueva bodega Xumek. Sus propietarios planean elaborar la próxima cosecha de uva -unos 800 mil kilos- en ese establecimiento.
- Esculturas en cada rincón
Además de los viñedos, bodega y cava, el proyecto Xumek incorporará un parque de esculturas de gran escala, de importantes artistas plásticos argentinos, denominado "Arte Bestial Argentino", que será el deleite de los visitantes. La primera escultura es una ballena a tamaño real a cielo abierto, ubicada al costado de la cava. Pero habrá más. Desde hace meses están trabajando en el proyecto varios artistas plásticos, uno de ellos una argentina radicada en Berlín, la artista contemporánea Nicola Costantino; y el sanjuanino Ricardo Bustos. Por ejemplo los vinos guardados en la cava estarán custodiados por media docena de personajes huarpes a tamaño real que está realizando Bustos.