En Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) hay intenciones de retomar el plan para colocar medidores de agua domiciliarios para controlar el consumo. Así lo confirmó el presidente del organismo, Guillermo Sirerol, aunque no hay plazos todavía porque hace falta una fuerte inversión que por ahora no tiene cómo financiarse. Es que para instalar unos 194.000 aparatos que harían falta, a un costo de 180 dólares cada uno, se necesitan unos 34,9 millones de dólares que, a la cotización oficial de ayer, representan poco más de 2.700 millones de pesos. El dato surgió el día después de que un informe oficial elaborado por un comité de expertos revelara que cada vez se agrava más la crisis hídrica en la provincia y que amaga con continuar hasta el 2030. Y por eso hace falta ir aplicando una serie de medidas, entre las que aparece el control del uso domiciliario del agua.
La idea de colocar medidores no es nueva, explicó el funcionario, pero las pruebas realizadas hasta ahora no han dado resultado. Es que intentaron un sistema que incluía un molinete, pero el sarro del agua frenaba su funcionamiento y no servía. Por eso optaron por un medidor electromagnético, pero el problema es el costo: 180 dólares cada uno. Y como hay unas 194.000 cuentas, incluidas casas de familia y empresas, harían falta 34,9 millones de dólares o, poco más de 2.700 millones de pesos, una cifra difícil de alcanzar por lo que incluso tienen pensado buscar financiamiento internacional una vez superada la crisis sanitaria actual. Todavía no han podido hacer pruebas, pero estiman que van a funcionar bien para la intención de controlar el consumo. En San Juan, cuando la media internacional es de entre 280 a 350 litros diarios por persona, el consumo es de 500 litros diarios, con picos de hasta 900 litros por día en el verano. Así, no habrá agua potable que alcance, cuando la intención oficial es que, por la crisis hídrica, hay que ir pensando en la forma de llegar a un uso racional del agua.
En la actualidad no hay ningún centro habitacional que cuente con el sistema, a excepción de alguna unión vecinal, como la Richet y Zapata, de Santa Lucía. Incluso el Barrio Natania XV, de Rivadavia, fue entregado originalmente con esos aparatos, pero después fueron retirados.
Una de las ventajas de contar con este sistema de medición será, por ejemplo, que permitirá controlar las piletas, cuya construcción se viene ampliando en San Juan en los últimos años. Según Sirerol, el mayor problemas no son las grandes piletas que, con el uso de filtros y químicos, pueden pasar más de un año sin que haga falta renovar el agua. Pero los piletines o pequeñas piletas de lona sí tienen cambios periódicos con un fuerte consumo de agua potable.
En la actualidad sigue vigente el programa que restringe el consumo según los horarios. Así, de 11 a 18 no se pueden lavar veredas, autos o regar el jardín. Y a partir de noviembre el horario con restricciones pasará a ser de 9 a 21.
El informe oficial de los expertos indica que, al menos hasta junio, las nevadas caídas no hacen pensar que pueda cambiar el caudal del río San Juan para el próximo verano y que, tomando en cuenta el agua almacenada en los diques, se agotarían las reservas y no habrá agua suficiente para cubrir la demanda promedio de los últimos años.
Monto
734 Es la cifra en pesos que le paga a OSSE en la actualidad en Capital por mes una familia que tiene agua y cloacas en su vivienda.