Un fuerte malestar estalló entre las entidades viñateras y el Gobierno provincial ayer, al confirmarse la noticia de que bodegas mendocinas comenzaron a importar vino a granel desde Chile para abastecer el mercado.

 

Los centros que nuclean a los productores -la Asociación y la Federación de Viñateros- expresaron un enérgico repudio a lo que califican una maniobra por parte de grupos monopólicos para bajar los precios de la uva y el vino de la cosecha que se avecina. Y pidieron a las gobiernos local y nacional, que intervengan ‘impidiendo que continúe este tipo de operaciones que traerá una nueva frustración a los viñateros que tenían puesta la esperanza en recuperar algo de todo lo perdido estos últimos años’.

 

Desde los despachos locales llegó rápido el apoyo. ‘’La uva tiene que valer y estamos haciendo todo para que valga. Si fuera así, es una pésima noticia’’, expresó el gobernador Sergio Uñac al ser consultado. En el entorno oficial nadie ocultó lo mal que cayó el dato, que fue confirmado desde el INV. Según publicó diario Los Andes, Daniel Catalá, el gerente general del grupo RPB -uno de los grandes fraccionadores- dijo que apuró la compra de 10 millones de litros a granel en Chile para cubrir la demanda ‘a un precio razonable’ aduciendo que los valores que piden los tenedores de vino en la región ‘esta fuera de contexto’ para envasar vino en tetra que debería encarecerse mucho en góndola si se paga lo pretendido en el país. Hablan de que pagan $11 el litro en Chila y que acá ahora están pidiendo $18 por el mismo vino. Además se menciona que Fecovita habría importado 5 millones de litros y que Peñaflor está en tratativas para importar vino español.

 

Al respecto, el titular del INV, Carlos Tizio, dijo a DIARIO DE CUYO que ya han ingresado 14 camiones ‘por un poco más de 400 mil litros de vino’ para RPB, quien presentó los papeles correspondientes a los permisos para la importación, aunque agregó que no tiene conocimiento de un volumen mayor por parte de esta firma. El funcionario agregó que hay consultas sobre importación de vinos ‘de todos lados’, pero negó que otras bodegas lo hayan solicitado. De todos modos, recordó que el INV no tiene potestad de prohibir la importación de vinos, tarea que es competencia exclusiva de la Secretaría de Comercio de la Nación.

 

‘’El INV debe hacer los análisis correspondientes, como hace cualquier otro país cuando recibe nuestros productos; controlar que sean productos genuinos y que estén dentro de las normas para proteger al consumidor’’, dijo Tizio.

Los viñateros cuestionan que se permita importar cuando la Nación aún está pagando un programa para eliminar el supuesto sobrestock vínico que hubo hasta el año pasado. ‘Esto atenta contra la recuperación del productor al que hace años se le vienen pagando precios irrisorios’’, dijo Juan Ramos, desde la Asociación.

‘’Nuestro rechazo es total, dijo Eduardo Garcés, desde la Federación.

En 2016 la Nación implementó la compra de 150 millones de litros a $3 cuando en el mercado no superaba $1,80, y sólo concretó la tercera parte de la operación. Tras la caída interanual del 35% en la cosecha, los viñateros estaban contentos porque estaban subiendo los precios. Angel Leotta, de la Cámara Vitivinícola; dijo que la situación ‘es riesgosa’ porque los tenedores de vino están pidiendo precios altos, puede caer la demanda y pierden todos en la cadena.