Quedaron lejos las épocas cuando Brasil era el principal país comprador de la uva de mesa sanjuanina, llegando a absorber un tercio de lo producido en los viñedos locales. Esta temporada, son contados con la mano los contratos de venta existentes en los despachos de un puñado de exportadores sanjuaninos y se calcula que los volúmenes exportados a ese país volvieron a descender entre un 10 a 15 por ciento respecto a la temporada anterior. A su vez, en la temporada 2014/15 ya habían caído un 7,6% y un 60% en la anterior. En total, un desplome del 80 por ciento de envíos en 4 años, según cálculos de la Cámara de Comercio Exterior; causado por la exigencia brasileña de realizar aplicaciones de bromuro de metilo a la fruta local antes de ingresar a ese mercado. En San Juan no hay experiencia en bromuración y en los intentos realizados la fruta llegó en malas condiciones, lo que tiró abajo el precio. ‘’Esta temporada hay una caída del 80% de los envíos a Brasil, respecto al 2012. El impacto es muy fuerte. Los que mandan es porque están tratando de sostener algún cliente hasta el momento en que se pueda resolver el problema de la barrera fitosanitaria’’, dijo Antonio Giménez, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de San Juan. ‘’La barrera de la bromuración hace que aun quienes lo están intentando, los precios que acuerdan después no los pueden sostener, porque les liquidan menos al llegar la fruta en mal estado. Este año será muy pobre el envío de frutas a Brasil’’, agregó el exportador.
Esa traba sanitaria de exigir la aplicación de bromuro a los cargamentos de uvas para consumo en fresco debutó en mayo de 2012 y fue establecida por Brasil tras encontrar un ejemplar de ’Brevipalpus Chilensis’ en un envío mendocino. De todos modos, en el sector exportador local no se sacan de la cabeza que más que una precaución sanitaria, la prohibición de ingresar la uva fresca sin bromurar fue una represalia a las trabas que impuso la gestión kirchnerista a los productos brasileños. ‘’Ese mercado lo hemos perdido principalmente por el bromuro. El año pasado dijeron que no iba a haber bromuracion, pero no fue así’’, expresó el exportador Maximiliano Turcuman.
EL MUNDO, COMPLICADO:
Si bien Gimenez admitió que la devaluación y un mejor tipo de cambio impuesto por el gobierno de Macri en diciembre los favoreció, este año el mercado mundial de la uva es adverso porque Perú tiene grandes volúmenes y no tiene aranceles para exportar a Europa (la Comunidad Europea aplica 11% a Argentina), Chile tiene grandes volúmenes y este país no es formador de precios. Turcuman agregó que en Europa, el principal comprador de la uva local cayó el consumo y tiene mucha oferta, y Rusia con una nueva devaluación, paga precios bajos. ‘El ajuste de divisas y eliminación de retenciones vino tarde para el sector. Vamos a exportar muy poco este año, apenas un 10% de los 10.000 pallets que solíamos exportar. La situación afuera esta muy complicada’’, agregó por su lado el exportador Enrique Ahún.