A simple vista, los operativos de secuestro de animales sueltos en ruta encarados hace dos años y medio por el gobierno andan sobre rieles. Salvo por los corrales oficiales, que se están saturando con la cantidad de cabezas que decomisan.
 
Las vacas, cabras, ovejas, burros o caballos sueltos en los caminos, que son un riesgo para los automovilistas, son rescatados en camiones y llevados a alguno de los cuatro corrales habilitados por las autoridades hasta que la Justicia defina su destino final.

En lo que va del año ya han sido secuestrados unas 220 cabezas, contabilizando unos 70 caballos, 120 cabras y 30 bovinos, según cálculos de Hugo Pereyra, el jefe veterinario responsable de los operativos y de la coordinación interministerial entre las carteras de Producción y Gobierno que los ejecutan.

Pero por la dificultad con que se toparon los Jueces de Paz departamentales para identificar a los dueños y disponer de los animales tras el plazo de 7 días que fija la ley para su retiro, los corrales oficiales se están llenando cuando se supone que son sólo lugares de paso.

Los animales sin marca no son entregados aun cuando se presente algún supuesto dueño, porque no puede demostrar la propiedad.

En consecuencia, pasados los 7 días que marca la ley para el decomiso, a los jueces ya no les resulta fácil ubicar los animales en las escuelas agrotécnicas, la fuerzas policiales o de ejército o las asociaciones sin fines de lucro, aun cuando se los regalan; porque tienen un alto costo de mantenimiento.

Mientras tanto, el gobierno se debe hacer cargo del cuidado, vacunación y alimento de los animales. Un caballo come de mínima un fardo de pasto diario, a un costo promedio de $50. Según datos oficiales, a los corrales oficiales están enviando unos 40 fardos por semana, lo que significa $2.000 por semana, y $8.000 por mes sólo en alimento. 

 

Servicio bueno

Se sacan los animales sueltos para evitar los accidentes en las rutas, y luego el ganado es atendido por veterinarios que los medican y alimentan. Ya hay varios casos de vacas y yeguas que han parido sus crías en cautiverio, lo que demuestra que están en buen estado sanitario.

‘’Los corrales están congestionados. Lo normal es llamar al dueño, pero no se presentan’’, reconoció el secretario de Agricultura, Ariel Lucero.

‘Nadie te quiere recibir los animales’, admitió uno de los jueces intervinientes que pidió no ser identificado, quien agregó que normalmente el ganado caprino es el que tiene más salida, sobre todo en las escuelas agrotécnicas donde aceptan hacerse cargo sin mucho problema.

En cambio es complicado ubicar las vacas, pero la figurita realmente difícil son los caballos: no los quieren en el DIM 22 ni en la Policía montada, y sólo algunos ejemplares -los que están en mejor estado- son recibidos por asociaciones que hacen equinoterapia.

 

Desaprensión

Hay alambrados nuevos, que fueron colocados por las autoridades en algunos tramos de rutas y ya muestran roturas, por donde se cuelan los animales. Además, los dueños siguen sin marcar el ganado, para evitar responsabilidades en accidentes y no pagar el alimento cuando es secuestrado.

‘La verdad es que no hay muchas posibilidades’, dijo un magistrado que aun no considera como salida el remate, por las dificultades administrativas que acarrearía.

‘’El problema es que estamos haciendo operativos todas las semanas y rescatamos de 5 a 10 animales por vuelta. Una vez secuestramos 20 cabras en un solo viaje. Y cuando el juez libera 5 o 6 animales, nosotros venimos con otros 14 o 15’’, contó el veterinario Pereyra.

El corral que está totalmente saturado es el de la Unidad Rural Número 1, ubicado en Vallecito, que es cuidado por los policías. Allá van los animales sueltos encontrados en las rutas 20 y 141, que son las complicadas y con más accidentes de tránsito en su haber por culpa del ganado.

Además existen otros establos en la Escuela Agrotécnica Sarmiento -para los operativos en la ruta 40 y en ruta 153 que va a Pedernal- y en la Escuela Agrotécnica de Valle Fértil. En Jáchal funciona otro en el corral de bovinos de un privado que le facilita el lugar al Gobierno.