Estadísticas, gráficos comparativos, investigaciones de cadenas de valor. Muchos estudios explican por qué la ropa es tan cara en el país. Pero la evidencia más gráfica de este fenómeno son las valijas repletas con las que vuelven los turistas que viajaron al exterior.
El Ministerio de Producción confirmó que el año pasado los argentinos trajeron US$ 238 millones en ropa y calzado desde Chile, meca del consumo para los compradores locales en los últimos años. En el Gobierno dicen no tener un dato global, pero desde Protejer -fundación que agrupa a industriales textiles- indicaron que lo que llegó en las valijas de los consumidores, según les informó la Secretaría de Transformación Productiva, alcanzó los US$ 2000 millones en 2016.
Los números son significativos porque el principal problema del sector textil -según explicó Jorge Sorabilla, presidente de Protejer, en el encuentro anual que se realizó ayer en el Hotel Hilton- es la caída del consumo por el ajuste de 2016. Si, además de eso, aquellos que compran ropa lo hacen en el exterior, el escenario se complejiza para la producción. Por eso criticó las mayores importaciones el año pasado (no en éste, en el que muestran una baja en toneladas de 2,1%) y la vuelta del "puerta a puerta".
Otra cuestión que preocupa es "bypass judicial". Se trata de amparos que importadores presentan en la Justicia para liberar cargamentos no autorizados. Al Gobierno le reconocen que bajó el contrabando: pasó de 45% a 14% en el último año.
Este año, la retracción de la producción textil se desacelera. Acumula 12,9% en lo que va de 2017. Era de -27% en diciembre de 2016, año en el que se perdieron cerca de 25.000 empleos en el sector. En 2017 cerraría con un retroceso de 5%, estimaron. La aplicación de Precios Transparentes, indicaron, retrotrajo aún más el consumo, lo que fue subsanado, en parte, con la aplicación del Ahora 3 y el Ahora 6. A eso, el Gobierno sumó un Repro Exprés, reintegros a las exportaciones y la promesa de una ley de formalización laboral para fin de año con incentivos fiscales. Una especie de blanqueo laboral.
"Sólo para que tengamos una dimensión de lo que estamos hablando, entre 2016 y 2017 se estima que se pagarán $ 500.000 millones en intereses para financiar el programa de Lebac del BCRA. Esto seca el presupuesto del Estado y privilegia en forma desmedida al sector financiero, en detrimento de los sectores productivos, que somos los que generamos valor y trabajo", cuestionó Sorabilla en su discurso de apertura. El ejecutivo de la UIA tocó una herida al interior del Gobierno entre aquellos que privilegian la baja de la inflación y quienes empujan la reactivación. El Estado es además el "principal problema" a la hora de explicar los elevados precios de la ropa. Es que la carga impositiva representa el 50,3% del precio final de la ropa, mientras la industria se lleva el 8,7%, A eso suman los alquileres comerciales y los costos financieros.