Están avanzando nuevas formas de construir que tienen como característica que reemplazan las paredes de ladrillo, vigas y columnas de hormigón por paneles livianos de materiales diferentes, y las empresas constructoras locales quieren impulsar su uso en San Juan. Dicen que las ventajas de implementar estos sistemas constructivos, basados en nuevas tecnologías, son múltiples, porque además de ser sismorresistentes, se logra reducir hasta 30% los costos de construir, se terminan más rápido, y logran hasta un 60% más de eficiencia energética que los sistemas de construcción tradicional. Además tienen un menor empleo de agua, se cuida al medio ambiente al reducir el uso de hornos ladrilleros y se beneficia al obrero porque hay un menor esfuerzo físico y riesgo de accidentes. Esos proyectos se diseñan en computadora, en 3D, y luego se fabrican los paneles que se ocuparan en la vivienda o edificio, produciendo un ‘kit de armado’ individual.
Con el objetivo de implementar su uso en la provincia, la Cámara Empresarial de la Construcción de San Juan -Caemco- organizó junto a la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño ayer y hoy el Congreso Nacional sobre Nuevas Tecnologías en la Construcción, al que vinieron las principales empresas proveedoras de estos materiales y sistemas constructivos. El ingeniero Guillermo Velazco, que preside la Caemco, explicó que todas se inclinan por usar alguna de las dos tecnologías existentes con materiales plásticos: el poliestireno expandido, más conocido como telgopor; o el poliuretano expandido. Dos firmas que expusieron sus métodos en la mañana de ayer – Cassaforma y Sipanel- explicaron los principales beneficios.
- PANELES EN SECO
Omar Eidestein contó que la empresa Sipanel que representa se dedica a fabricar paneles compuestos de dos placas inyectadas en poliuretano expandido, un sistema constructivo ‘que tiene certificado de aptitud sísmica del Inpres’. Se diseña el modelo de proyecto de obra y se construyen los paneles, cuyo costo ronda los 180 a 200 dólares el m2 (entre $28.700 y $31.900 al dólar oficial de ayer). Esto es el equivalente a la ‘obra gruesa’, sin revoques ni terminaciones y tiene un costo parecido al de la construcción tradicional, pero se hace en la mitad de tiempo con lo cual se ahorra en mano de obra y tiene el 60% de eficiencia energética, o sea que se ahorra en calefaccionar o refrigerar.
- CON TELGOPOR
Un grupo de expertos de Cassaforma explicó que su sistema de construcción entrega la casa lista con terminaciones, la cual se basa en paneles sismorresistentes compuestos por una malla de acero soldado, y en su interior un núcleo de poliestireno expandido. Aseguran que el ahorro energético es del 70%, se construye en la mitad de tiempo de la construcción tradicional y resiste el fuego y los sismos. De acuerdo a lo explicado al auditorio, este sistema tiene hasta 25% de ahorro en costo directo respecto a un proyecto con pared de ladrillo, y un costo final de obra 15% menor. También aseguran que resiste la humedad en terrenos con revenición y cuentan con Certificado de Aptitud Sísmica.
Velasco destacó que las más de 25 empresas que conforman Caemco impulsan estos sistemas por su beneficio económico y ecológico al no degradar el suelo y ahorrar agua, y porque los futuros pliegos licitatorios exigirán construir con eficiencia energética.
- Ya se exige ahorrar energía
En el mundo se está exigiendo al sector de la construcción que las casas sean eficientes energéticamente, por la necesidad urgente de ahorrar en el consumo de energía no renovable. Por ejemplo en Francia ya se está trabajando en una normativa que prohibirá a partir del próximo año el alquiler de unidades de viviendas mal aisladas térmicamente, según publicó el portal Ecocuyo. El objetivo es lograr el ahorro de energía destinada al acondicionamiento térmico de las edificaciones de dicho país.
Esta medida sería aplicable a las casas de alquiler demandantes de más de 450 kilovatios hora por m2 al año, a partir del año 2023. La medida surge de un estudio formulado por la Agencia Nacional para la Información sobre Vivienda (ANIL), organismo francés el cual detectó que un 12,9% de las unidades habitacionales ofertadas, en una conocida página web inmobiliaria, resultan ser derrochadoras térmicas o "energívoras". Se estima que el 24% de consumo energético lo provocan las viviendas, y es ahí donde se puede ir reduciendo el consumo.