En el sector empresario sanjuanino consideran que el 2016, que acaba de finalizar, fue difícil, pero que lo peor en materia económica ya pasó y que para este año vendrá la esperada reactivación que hará crecer la actividad comercial, la industrial y la construcción, además de repercutir en el bolsillo de los sanjuaninos. Estas fueron las conclusiones que dieron 6 hombres de negocios de la provincia, consultados sobre el año finalizado y sus expectativas para el que comienza.
Entre los principales problemas del 2016, los empresarios mencionaron la caída en la ventas del comercio, con un leve repunte con motivo del festejo navideño, pero que creen que para el 2017 todo mejorará.
En el sector industrial mencionaron una caída del orden entre el 5 al 6% de la actividad, aunque se espera un repunte para el nuevo año, con la expectativa de que no haya complicaciones por tratarse de un año electoral.
En el ámbito de la construcción hay esperanza por el inicio de nuevas obras públicas que va a encarar el Gobierno provincial, como es la edificación de barrios y la instalación de cloacas, mientras que en el sector minero, superado el problema de la posibilidad de la vuelta de las retenciones, hay más empresas explorando, lo que alienta la posibilidad del inicio de nuevos proyectos. También se esperan para los primeros meses de 2017 definiciones sobre el proyecto Lama, de la Barrick.
Otro hecho que alienta un buen 2017, según los empresarios, es que el Gobierno provincial finalizó otra vez el año con sus cuentas ordenadas y con el anuncio de grandes logros para el año que se inicia.
Opiniones calificadas
Hermes Rodríguez – Cámara de Comercio
“Venimos de un año malo en ventas, pero tenemos las mejores expectativas para el 2017. Para eso hace falta un apoyo concreto del Gobierno nacional al sector pyme, para que haya la reactivación que todos queremos”.
Gustavo Fernández – Unión Industrial
“Este año que acaba de finalizar fue más complicado de lo que esperábamos tras el cambio de gobierno, pero la expectativa es que dejemos de caer y se empiece a reactivar la actividad. Esperamos que al menos sea mejor”.
Alejandro Donna – Cámara de Supermercados
“El 2016 ha sido un año de muchos altibajos en el comportamiento de consumo de la gente, fue muy difícil para el sector. Esperamos que el 2017 sea un poco más previsible, que puede repuntar un poco el consumo”.
Francisco Meló – Federación Económica
“El 2016 no fue tan malo y al 2017 hay que tomarlo con optimismo. Creemos que va a ser un año bueno, tal vez con un primer trimestre todavía difícil, pero creemos que con la obra pública vendrá la reactivación”.
ENRIQUE VELASCO – Cámara de la Construcción
“El balance general es bueno, pero a fines de 2016 de encendió una luz de alarma. Las perspectivas para el 2017 son mejores, con la posibilidad de más viviendas, cloacas, puede llegar a ser un buen año y así lo esperamos”.
JAIME BERGÉ – Cámara Minera
“Lo más importante del 2016 fue la reactivación de Casposo y la exploración que están haciendo varias compañías. Todo esto hace pensar que en el 2017 habrá reactivación y un mayor movimiento en las empresas”.
Viene otro año complicado
Por Eduardo Coria Lahoz
El 2016 ha sido un año relativamente pobre porque la devaluación del peso que se produjo en diciembre del 2015 no alcanzó a ser aprovechada por el sector agroexportador provincial, que durante ese año y los anteriores vio como gran parte de su producción exportable se destruía y virtualmente desaparecía. Así pasó con la uva y por eso también otros sectores productivos prácticamente desaparecieron.
Ese contexto de arrastre fue con el que arrancó el 2016 y en San Juan eso no se pudo revertir, entre otras cosas, porque financieramente los productores estuvieron sin capital de trabajo para iniciar sus procesos productivos. Y porque por las malas políticas se perdieron los mercados y la capacidad de exportar.
Para el 2017 las expectativas del sector agroindustrial no son mucho mejores porque revertir la situación llevará no menos de 2 o 3 años.
Las perspectivas para el nuevo año no son muy buenas, salvo para el sector vitivinícola tradicional, que podrá venderles las uvas a una bodega, en el contexto de un negocio que viene en caída. También faltan políticas desde el Estado de apoyo al sector vitivinícola.