Cansados de esperar el pago de sus haberes, los empleados de la empresa Electrometalúrgica Andina (EMA) amenazan ahora con pedir la quiebra de la compañía, según adelantó ayer el secretario adjunto del gremio de los Químicos, Mario García. El planteo se da luego de un nuevo encuentro de la conciliación voluntaria convocado por la Subsecretaría de Trabajo y de que la presidenta de la compañía, Patricia Carmona, anunciara que hay dos interesados en comprar la firma. Además explicó que para encender los hornos y volver a la producción, la EMA necesita una inyección de capital de 6 millones de dólares, que los actuales propietarios no tienen.
La histórica empresa sanjuanina, fundada en 1948 por el grupo francés Pechiney, vino a los tumbos en los últimos años por la falta de tarifas eléctricas competitivas, pero la situación se agravó en marzo cuando apagaron el último horno y suspendieron al personal, unos 250 según el gremio, y les empezaron a pagar el 60% de los salarios. Pero en los últimos dos meses dejaron de abonarles los sueldos y empezó la desesperación del personal, que hasta decidió montar una guardia en la planta de Chimbas, para evitar el desguace de la empresa y los saqueos de materiales, que se han dado en los últimos tiempos.
Según García, les adeudan a cada trabajador unos 150.000 pesos, lo que haría que el monto total sea de unos 3.750.0000 pesos.
En este contexto, las negociaciones para la venta de la compañía parecen haber entrado en una etapa decisiva. La presidenta Carmona dijo ayer que hay dos interesados. Uno de ellos vinculado al sector minero y el otro pertenece al rubro de la EMA, pero se reservó los nombres de los grupos para no entorpecer las negociaciones. La empresaria no se animó a dar una fecha precisa para el cierre de las tratativas, pero adelantó que "será en los próximos días".
Cualquiera de los dos compradores tiene el compromiso de tomar a todo el personal, es decir que no se van a producir despidos, y se les cancelará el total de la deuda salarial, según dijo el subsecretario de Trabajo, Roberto Correa Esbry.
Carmona reconoció la imposibilidad de seguir pagando los sueldos en las actuales condiciones en las que la planta no está produciendo. "Nos quedamos sin capital de trabajo", sostuvo y consignó que para que los hornos vuelvan a producir el grupo inversor deberá aportar unos 6 millones de dólares iniciales. La presidenta no quiso dar datos del valor total de venta de la compañía.
El principal producto que elabora la EMA es el carburo de calcio, que es usado actualmente en la producción de gas acetileno. El acetileno es utilizado para el corte y soldadura en la industria metalmecánica. El carburo de calcio también es materia prima en la industria química: PVC, fertilizantes, explosivos, plásticos, productos medicinales y alimentos.
La empresaria dijo que la situación actual del dólar alto favorece las exportaciones de la EMA, aunque la gran dificultad es el costo de los fletes hasta el puerto de Buenos Aires. "Sale cuatro veces más caro enviar una carga al puerto, que el costo del barco a cualquier lugar del mundo", graficó la empresaria.
Uno de los últimos problemas de la compañía fue que la proveedora de carbón residual de petróleo, la empresa estatal YPF, achicó el cupo y subió el precio del insumo para mantener los hornos encendidos. Por gestiones oficiales se logró que YPF destrabara un cupo extra de materia prima para encender al menos un horno, pero la empresa dijo que no tenía fondos para comprarlo. Es la falta de capital de trabajo, de la que habla Carmona.
"Los empleados viven una situación desesperante por la falta de pago de sus sueldos".
MARIO GARCÍA Sindicato Químico
"La condición para los inversores es fondear la empresa para ponerla en marcha".
PATRICIA CARMONA Presidenta EMA
Suspensión