La cantidad de agua que trajo consigo la tormenta complicó el ingreso a las fincas en Las Casuarinas, lo que también -a priori- trae un problema extra: la imposibilidad de curar las plantas antes que ataquen pestes como la peronóspora o el oidium. A eso se le sumó que algunas calles interiores del distrito veinticinqueño sean un barrizal y más de un vehículo quedara atascado. Por ejemplo en ruta 279, entre calles 20 y 21, un camión de gran porte (tipo termo para transportar fruta en fresco) enterró las ruedas del primero de sus 3 ejes traseros y tuvo el camionero que lidiar más de 15 minutos para sacarlo.
‘No puedo entrar a la finca con el vehículo porque me voy a quedar encajado. Acá a nosotros el viento fue el que más nos complicó. Mire (por los racimos) están machucados, otros caídos, un desastre’, explicó resignado Miguel, encargado de una finca que se sitúa en las inmediaciones de calle 21 y ruta 279, en Las Casuarinas.
Javier Ferrer, desde el área Producción del municipio, dijo que hoy en el Centro Integrador Comunitario (CIC) estarán recibiendo las denuncias de los productores afectados para así ajustar el hectareaje que fue blanco del meteoro: ‘Lo bueno es que está el seguro del Gobierno provincial vigente, pero lo que tenemos que ver bien es el grado de daño que hay en las fincas y eso nos va a tomar un tiempo más’, explicó el funcionario. El departamento del Este sanjuanino viene desde hace 2 temporadas sufriendo los avatares climáticos. La furia de la naturaleza no es nueva en 25 de Mayo, ya que dos veranos atrás La Chimbera fue arrasada por una piedra que no dejó nada en pie.