El primer repunte vitivinícola del año fue en mayo en el consumo interno, con un incremento del 5,7% respecto a igual mes del 2016. Fue gracias a los vinos mas baratos -el tetra y especialmente el vino blanco-, ya que las botellas también sufrieron una baja en el mes analizado. El Bag in Box también subió en forma interanual, pero el volumen comercializado es muy escaso (ver infografía). El mercado interno viene desde hace tiempo inserto en un contexto de caída, ya que en todo el 2016 fue negativo, excepto en los meses de agosto (+5,4%) y setiembre (+0,6%). Sergio Villanueva, desde el Fondo Vitivinícola; adjudicó el repunte de mayo a las bajas que realizaron algunas grandes empresas en los precios al público del vino blanco y del envasado en cajitas, los más populares. ‘’El mayor consumidor argentino de vino es la clase media y baja, las mas golpeadas por la crisis. Algunas empresas hicieron un esfuerzo comercial y resignaron rentabilidad para tratar de mantener el litraje, y el consumidor respondió de buena manera’’, dijo. Es que esta temporada, por segundo año consecutivo; la cosecha fue baja en volumen por el clima, lo que redujo la oferta de uva y elevo los precios del vino.
Villanueva explicó que las bodegas, para no subir tanto el tinto que se fue por las nubes, retocaron un poco más el vino blanco. En mayo lo que sucedió es que sinceraron esos precios y además pusieron ofertas con el tetra, algo que el consumidor advirtió y respondió aumentando el consumo en esas franjas, en un contexto de caída generalizada de todo tipo de bebidas, incluidas gaseosas y cervezas. Si bien el vino venia atrasado en el precio, para el consumidor la suba fue alta. Según la consultora Scentia, el vino de mesa subió en el 2016 un 90%, mientras que los varietales, entre el 75 y el 80%.